Los espectáculos de improvisación, como otros formatos de comedia como el stand-up, por ejemplo, tienen grandes virtudes como la espontaneidad y la proximidad, pero también inconvenientes como el poco margen de reinvención que deja el propio concepto. En Barcelona, hemos podido disfrutar durante décadas de buenas propuestas de grupos de improvisación con una respuesta siempre positiva del público. En este sentido, Societé Improvisé! satisfará las expectativas de los seguidores más entusiastas de este género y, probablemente, sorprenderá sus nuevos espectadores. A pesar de esto, se echa de menos más riesgo y más novedad, puesto que, a pesar de que sus actores son fantásticos y su técnica, espléndida, no aporta ningún juego escénico que no se haya podido ver previamente. Quizás es pedir demasiado a un montaje que bastante tiene con crear historias de la nada, en directo y que funcionen, pero lo cierto es que cuando añaden más obstáculos y complicaciones es cuando más divertido resulta. Hay que decir, no obstante, que la manera de “cazar” los papelitos con los títulos que propone el público y el breve bonus track final con escenas adicionales son puntos, ciertamente, originales. Además, aunque cada espectador tendrá su preferido, el equipo es variado y sus diferentes roles y complexiones físicas enriquecen mucho los sketches (muy bien concluidos, por cierto). Lo más importante, en cualquier caso, es que consigue dejarte ganas de repetir… que es, en gran parte, su principal objetivo.
¡Enlace copiado!