Hay un tipo de comedia -heredera de la comedia del arte, el vodevil y otros tipos posteriores- que le gusta jugar con los cambios de rol, de situaciones y de espacios, y siempre a un ritmo frenético y virtuoso. Lo hemos visto otras veces, pero quizás no es el tipo de teatro que vemos más a menudo en nuestros escenarios. Por lo tanto, es digno de valorar el esfuerzo que Arnau Puig, Carla Coll y los dos actores han hecho para sacar adelante esta pieza, surgida de un podcast en el que se explicaba qué pasó con el collar que Luis XV había encargado para su amante Madame du Barry.
El asunto del collar, tal como se conoce en términos históricos, tiene una trascendencia que poca gente sospecha. Con la repentina y prematura muerte de Luis XV, el collar deambula por varias cortes europeas puesto que nadie se atrevía a pagar lo que pedían los joyeros. Finalmente, la falsa Condesa de la Motte se ingenia una estafa con el collar y mete por el medio a dos personajes muy influyentes del momento: el cardenal de Rohan y la misma Maria Antonieta. Muchos argumentan que el caso fue una de las muchas cuestiones que empujaron al pueblo de Francia hacia la revolución de 1789.
La obra intenta condensar en menos de hora y media todos los detalles de esta historia, que como os podéis imaginar es mucho más tortuosa y compleja que lo que acabo de explicar. Es quizás por eso que en algunos momentos el texto se enreda en exceso y se pierde entre tantos datos y tantos detalles. Un riesgo que había que correr si se quería ser fiel a los hechos y a la verdad, aunque fuera en detrimento del ritmo o de la comicidad general de la pieza. Por suerte, delante tenemos a dos intérpretes carismáticos y muy talentosos, Marta Pérez i Arnau Puig. Los dos juegan a hacer un montón de personajes y dotan a la comedia de la velocidad y la simpatía que requiere en todo momento.
Una buena manera de combinar historia y humor, ya sea a expensas de la corte francesa del XVIII y de todos los fascinantes personajes que la habitaban.