El dramaturgo, director y actor Jordi Oriol firma de nuevo una versión de El rey Lear de Shakespeare a partir de la que realizó para el Lliure durante el confinamiento. Un juego de juglar versado en el verso y el gusto por la lengua.
Un rey pierde la cabeza cuando se da cuenta de que no sabe distinguir el amor verdadero del fingido. Y en teatro, ¿podemos distinguir lo verdadero y lo fingido?