Jordi Oriol y Josep Pedrals cierran la temporada del TNC con una sátira política alocada que viaja por el universo de Pitarra con el objectivo de sacarle El polvo y darle una mirada contemporánea, el Safari Pitarra.Y es que, si se puede revisar Shakespeare o Ibsen, por qué no hacerlo con el padre del teatro catalán?
A los catalanes el pedo, el pipi y la caca nos hacen gracia. Somos escatológicos por naturaleza. De hecho, podríamos decir que es un aspecto distintivo tan nuestro como la carn d’olla o el pà amb tomàquet. Tan distintivo como el olvido de muchos de nuestros autores, relegados a las vitrinas llenas de polvo que nadie puede tocar ni cambiar de sitio. Con el propósito de cambiarlo, el director del TNC, Xavier Albertí, encargó al dramaturgo Jordi Oriol y al poeta Josep Pedrals que revisitaran la obra de Sarafí Pitarra, le estudiasen, la investigaran y que, hasta que no fueran unos entendidos, no hicieran nada. “No somos unos entendidos, pero lo hemos estudiado mucho, sobre todo sus primeras obras, que a menudo se han tratado como un arte menor y que queremos reivindicar”, dicen los autores. No sólo han rescatado le obra de Pitarra (1939-1895), sino también su manera de hacer, un teatro sin censura, paródico, políticamente incorrecto y sí, escatológico. “Si Pitarra hacía hipos poéticos, nosotros hem hecho un eructo poético”, dice Pedrals.
I si hablamos de teatro gamberro e irreverente no pueden faltar Nao Albet y Marcel Borràs, que la temporada pasada ya cerraron la temporada del TNC con su Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach. Interpretan Pau y Manel, dos actores en horas bajas que acaban de perder la madre y no saben quien es su padre. En este safari conoceran a Soler (el nombre real de Pitarra era Frederic Soler) -interpretado por otro Soler, Lluís Soler- un actor que hace de estatua en la rambla para ganarse la vida y que se reivindicará como el padre de los chicos. Un actor-estatua condenado, según una lleyenda china, por haber firmado y vendido su obra a una multinacional. Todo, ambientado en una especie de gala de entrega de premios, “porque cuando alguien está al final de su vida, se le pone una medalla (o se le hace una estatua al final de la Rambla, como a Pitarra) i se olvida”, dice Oriol. Aina Sànchez, Carles Pedragosa y Paula Malia completan el reparto de una obra donde “lo importante no es la trama, sino el viaje, la odisea”.
Prácticamente toda la obra es en verso, pero con un lenguaje actual, de calle, barbarismos y anglicismos incluídos. Albertí, pero, asegura que “los heptasílabos que han escrito este par son de nivel shakesperiano”. No sólo esto, sino que “es una de las mejores sátires politícas que he visto en los últimos años”. “Ya tengo los servicios jurídicos del TNC preparados”, dice en broma. I es que “la realidad cada vez nos lo pone más fácil para hacer sátira”, asegura Oriol. El espectáculo incluye hechos que han pasado hace tan solo cuatro días, pero no sólo esto, sino que, como los espectáculos de Pitarra, la obra está bien viva, de manera que el dramaturgo está convencido que los actores irán añadiendo chicha cada día. “Ah, sí?” Nao Albet se frota, literalmente, las manos.
El Epicentro Pitarra no hace vacaciones
Al ponerse a la cabeza de la dirección del Teatre Nacional, Xavier Albertí se propuso recuperar los dramaturgos catalanes y centrar cada temporada en un de ellos. Se han hecho espectáculos, lecturas dramatizadas y conferencias. Los días 28 y 29 de junio se celebrará la Mostra de Teatre Amateur alrededor de Pitarra con la representación de cuatro obras en la Sala Tallers y cpon entrada gratuita. Els Juliols de la UB también tendrán presente Pitarra con el monográfico “La creación de la modernidad teatral catalana”. I el éxit L’Esquella de la Torratxa d’Egos Teatre y de El Cantador, de la Jove Companyia del TNC llevarán Pitarra de gira por Cataluña.
(Texto: Mercè Rubià)
