Un hijo de nuestro tiempo de Ödön von Horvath dirigida Thomas Sauerteig e interpretada por Andreu Carandell.
Obra escrita en 1937 desde el exilio parisino, cuenta la historia de un soldado en una época de fuerte crisis con un índice elevadísimo de paro que se convirtió en cultivo propicio para la aparición del nazismo.
Ödön von Horvath se inspira, en el pasaje de la guerra, en las macabras pruebas bélicas que el ejército nazi, a través de la Legión Condor, hizo en el País Vasco, recordado sobre todo por el bombardeo de Guernica, pero en la que también participó la infantería. Se calcula que Alemania envió unos 16.000 soldados en el bando nacional durante la guerra civil española, además de tanques y aviones. Horváth ironiza sobre estos “voluntarios valientes”, que en realidad eran soldados perfectamente equipados enviados por el III Reich, por mucho que las propagandas nazi y franquista lo intentaron silenciar y siempre lo han negado.
Creemos que, a pesar de las diferencias históricas, cuyo contexto se nos habla es fácilmente reconocible hoy en día, donde en diferentes países de Europa, e incluso en nuestro país, hay un aumento de las ideologías ultras, que se aprovechan de la crisis y la desesperanza para manipular las personas con eslóganes demagógicos y populistas. Pero no hay que ir tan lejos: la seducción es un mecanismo universal y antiguo, con el que nos encontramos a menudo en las relaciones interpersonales, ya sea en la calle, en el trabajo o dentro de la misma familia, un mecanismo que padecemos y utilizamos, y que se nutre de nuestra fragilidad.
- Dirección:
Thomas Sauerteig - Autoría:
Ödön von Horvath - Traducción:
Andreu Carandell - Adaptación:
Thomas Sauerteig - Escenografía:
Paula Miranda
Alfonso Ferri - Iluminación:
Paula Miranda
Alfonso Ferri - Sonido:
Lucas Ariel Vallejos - Vestuario:
Ricarda Papst - Producción:
Magdalena Staniewicz