El dolor es una constante en la obra de Angélica Liddell. Por lo tanto, que llegara el cruce con el mundo del flamenco sólo era cuestión de tiempo. Como dice la propia artista, no hay que cantar ni bailar para ser flamenco, sólo necesitas una causa. Y esta causa pura es su sufrimiento. Un mal del alma que lleva como adjetivo la palabra terebrante: el sufrimiento causado por perforar una parte del cuerpo ya dolorida. Terebrante es un monólogo inspirado por la figura del cantaor gitano Manuel Agujetas y la siguiriya.

Idioma:
Castellano
Ficha artística
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