La segunda entrega escénica de este proyecto polifónico de Lalinea que examina la embriaguez en nuestros tiempos fija la mirada en las vivencias de una mujer. Feminismo y contracultura en una pieza ganadora del Premio Adrià Gual 2022.
Es una propuesta, ganadora de una de las Becas Barcelona Crea de la convocatoria del 2020, de Lalinea, un proyecto de Úrsula Tenorio y Erik Forsberg que emplea la realidad como materia prima de la creación escénica. La compañía ha sido residente del Teatre Lliure durante la temporada 20/21. Su proyecto José y la Barcelona disidente se estrenó en el Grec 2021 Festival de Barcelona. Cheli, el primer cuadro del proyecto de Pupilas pintaban mis sábanas, fue coproducido y estrenado en el 2022 en el Antic Teatre.
Sinopsis
Cheli y Teresa son los protagonistas del proyecto escénico de la compañía Lalinea, que retrata a una generación de usuarios de la heroína a partir de una serie de testimonios en los cuales se produce un diálogo entre la mirada científica de Erik, el médico que los entrevista, y la experiencia personal de las usuarias. A partir de las palabras de estos personajes, seres extraídos de la más pura realidad, se dibujan dos cuadros escénicos que pretenden capturar sus universos sensibles en el marco del proyecto Pupilas pintaban mis sábanas. En este caso, es Teresa quien está en el centro de un montaje que retrata a una mujer inmersa en los ambientes de la Cataluña contracultural, pero aun así hipermasculinizada, de los años 70. Teresa hace un uso lúdico de las drogas, no exento de consecuencias, experimenta la doble discriminación que sufren las mujeres consumidoras y acaba encontrando en el consumo un medio de emancipación y una red de apoyo feminista de la que forman parte otras usuarias como ella misma.