Un personaje reconstruye la historia de un pueblo, y prueba como un hecho insignificante como la caída de un botón puede desembocar en una catástrofe.
La historia de una mitad antigua y una moderna por las que transitan personajes mágicos, misteriosos, oscuros, sensibles y melancólicos relatados con el inconfundible estilo de Martín Giner.
Medio Pueblo es un unipersonal que desde el humor aborda temas como la intolerancia, las diferencias, la manipulación de las masas y el abuso del poder. A pesar de que la historia se desarrolla en un pueblo ficcional de fines del siglo XVIII, tiene clara trascendencia en nuestra sociedad actual.
La propuesta estética consiste en que el pueblo esté físicamente en el escenario, representado por mas de cincuenta muñecos de trapo, cada uno con un rostro, ropa y una historia diferente; y esto le da a la puesta un impacto visual que hace de Medio pueblo una obra que cautiva al espectador desde el primer minuto.