El último Sócrates es la crónica teatral del juicio a muerte del filósofo Sócrates. Sobre el escenario no encontraremos a un personaje de ficción anacrónico sino una persona de carne y hueso, un hombre contemporáneo, un individuo comprometido con su gente y su tiempo, un ciudadano incómodo a ojos del poder que acabará pagando esta osadía con la su propia vida.
La muerte de Sócrates, en el fondo, es nuestra muerte. Su condena no es más que nuestra condena cada vez que silenciamos o somos silenciados. Una condena que demuestra la debilidad de una sociedad carente de referentes y apretada de leyes y de ordenamientos que desamparan al pueblo favoreciendo únicamente a los poderosos.