Heisenberg de Simon Stephens es un montaje que utiliza un principio científico como metáfora de la incertidumbre en la vida humana y que nos muestra el mundo de posibilidades que abre la simple encuentro, en una estación de tren de Londres, entre la Clare Burns, una mujer de 42 años, y Alex Priest, un ciudadano de 75 años, carnicero de profesión. Qué cosas terribles, bonitas, tristes o maravillosas nos podemos hacer nosotros mismos o hacernos el uno al otro?
En tiempos de incertidumbre, dejamos de lado la angustia y miremos la indeterminación como una oportunidad. Estamos hablando de física cuántica.
Werner Heisenberg, físico teórico alemán formuló en 1927 yel que se conoce como Principio de incertidumbre. Es una de las bases de la mecánica cuántica y, explicando de manera sencilla, dice que se puede conocer con precisión la posición de una partícula o bien el momento lineal en que se encuentra, es decir, el punto exacto de la trayectoria que sigue, pero no ambas cosas a la vez. Es decir, que por ver cualquier cosa o una partícula en movimiento de muy cerca, sabréis dónde está pero le será imposible saber hacia dónde va o la velocidad a la que se mueve, y viceversa. Esto, que es un principio elemental de la física cuántica, también se puede aplicar a la condición humana.
Catalán
- Dirección:
- Autoría:
- Traducción:
Joan Sellent - Ayudantía de dirección:
Carol Ibarz - Escenografía:
Paco Azorín - Iluminación:
Ignasi Camprodon - Sonido:
Jordi Bonet - Caracterización:
Imma Capell - Vestuario:
Marian Garcia - Fotografía:
Kiku Piñol