Escape Room 2

Texto de los autores

Ahora hace apenas 5 años estrenamos “Escape Room”, una obra de la que nos sentimos muy orgullosos y que ha tenido bastante éxito a escala nacional e internacional (adaptación cinematográfica incluida). Pero lo que siempre nos ha emocionado ha sido la respuesta y el entusiasmo del público. Ver a la gente disfrutar con la obra, o con la película, siempre es un privilegio por el que nos sentimos profundamente agradecidos. Y es ese mismo público, en encuentros informales a la salida del teatro o en coloquios postfunción, que siempre nos hacía la misma pregunta: ¿habrá segunda parte? Esta pregunta, por un lado, te llena de satisfacción al ver que hay un deseo de más, pero al mismo tiempo te llena de pánico por la presión de satisfacer las expectativas. Además, lo de hacer una secuela en nuestro mundo teatral no es sólo una rareza sino que algunos pueden considerarlo una blasfemia. “¿Hacer una obra con un “2” en el título?? Pffff…Serán comerciales, qué vendidos, sólo piensan en el dinero… ¿cómo se atreven? Seguro que además no será tan buena como la primera, que además está muy sobrevalorada, por algo no tienen ningún premio… sólo se dedican a hacer reír, bah, qué banales… y ya se sabe que las segundas partes nunca son buenas…” Quizás sí. Quizás no deberíamos hacerlo… Lo que pasa es que nosotros trabajamos por el público. Y el público quiere otra ración de lo que les gustó, y le serviremos. Eso sí, es todo un reto. Hacer una segunda parte no es fácil porque, por un lado, tienes que ceñirte a un terreno de juego preestablecido, una fórmula, un tono (que es lo que la gente quiere volver a disfrutar) pero a la vez también ha de haber algo nuevo y diferente.
Para nosotros, la clave está siempre en los personajes y sus conflictos. En este caso, coger a unos personajes conocidos y ver cómo pueden haber evolucionado en cinco años para volverlos a “rebregar” un poquito ha sido realmente divertido. Y hacerlo con una nueva historia que tiene lugar en un escape room, tocando temas del día a día con el que nuestros espectadores puedan identificarse. Y además, provocar risas y emociones…… y sorprender… … y arriesgar…… y hacer cosas increíbles que nunca se hayan visto en un teatro… … y… … y ya callamos.

Joel Joan y Héctor Claramunt