La compañía El Eje presenta Masticar hielo, una versión muy cañera de ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee.

Sinopsis

Martha y George invitan a Nuna y Nick a tomar, supuestamente, una copa después de la fiesta que ha organizado el padre de la Martha. Nuna y Nick presencian la dinámica macabra de la pareja anfitriona: violencia, sexo, maltrato … Lo que debía ser una copa de compromiso, se convierte en una pesadilla donde la pareja invitada se transforma y entra en la espiral atroz de los anfitriones. Confesiones y secretos nunca dichos ponen en el punto de mira el concepto del amor.

Ficción y realidad se confunden. Quién dice la verdad? Cuando la mentira se convierte en un juego, el juego se transforma en un dogma.

Masticar hielo es un susto al amor romántico. Es una comedia ácida que corroe por dentro a cualquiera, es literalmente una locura.

Idioma:
Castellano

Sinopsis

Ficción y realidad se confunden. Quién dice la verdad? Cuando la mentira se convierte en un juego, el juego se transforma en un dogma.

Masticar hielo es un susto al amor romántico. Es una comedia ácida que corroe por dentro a cualquiera, es literalmente una locura.

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Opiniones del espectáculo 12

Recomendaciones Teatre Barcelona

Espectadores/as

Miquel Gascon Baz
Teatre Barcelona

Un món ple de mentides

La nostra opinió sobre aquest MASTICAR HIELO, la basem en creure que aquesta exageració en els gestos, en els "colors" i en les formes, no intenta fer una fotografia veraç i "híper realista" de la societat en què vivim, sinó que les exagera fins a límits gairebé insuportables i de forma expressa, per fer una caricatura explosiva de les actituds que sovint tenim amb la gent que ens envolta i potser encara més accentuades amb les persones que més ens estimem.

Curiosament la seva estrena ha estat precedida per l'escàndol de la censura de la pàgina del teatre Tantarantana a Facebook, conseqüència del cul del seu cartell anunciant.

MASTICAR HIELO és una proposta desfermada des del primer moment, on els actors de la companyia es deixen la pell i es buiden literalment dalt l'escenari. Una aposta escènica passada de revolucions des del minut zero i que porta a una autèntica disbauxa, esbojarrada, sobre revolucionada i que només sembla autocontrolar-se en els moments finals on ens quedem impactats per la raonabilitat o l'irraonabilitat de tot plegat.

La Martha (Mar Pawlowsky) i el George (Eric Balbàs) són dues persones que es maltracten mútuament, física i verbalment, mentre beuen una copa darrera l'altra. Acaben de tornar de la inauguració d'una exposició en una galeria del pare d'ella (el viejo) i se'n riuen dels assistents als quals anomenen "los cuanto matiz". L'exposició de la pintora Nuna (Maria Hernandez) ha estat batejada com "Esta soy yo".

Són la parella amfitriona i han convidat a la Nuna i la seva parella Nick (Jordi Samper) a fer una copa. El que havia de ser una trobada de compromís es converteix en un malson, en una espiral de bogeria on tots quatre són arrossegats irremeiablement.

Violència, sexe i alcohol que es transformen en dolor i patiment. Una mentida de gran poder corrosiu que intenten amagar, emocions que l'alcohol tapa però que a poc a poc es deixen anar. Totes les emocions acaben sortint a la vista.

Marc Ribera considera que ambdues parelles es mouen en un món ple de mentides, que s'acaben creient i que es torna addictiu com el fet de masticar gel. Una proposta que pretén radiografiar la doble moral d'una societat amb moltes coses a amagar. Una societat que fa una reconstrucció d'una realitat per apaivagar el dolor de la realitat real. Una reflexió sobre el patiment psíquic de les persones.

Una proposta dura, que no deixa indiferent ningú (fins i tot hem vist a dues persones abandonar la sala a mitja representació) amb una posada en escena i unes interpretacions magnífiques.

Cal destacar especialment els dots de ballarí d'en Jordi Samper ...... brutal !!!

Per veure la ressenya original, només cal clicar en aquest ENLLAÇ

26/05/2018
Markos Goikolea
Teatre Barcelona

Bruta y descarada

Masticar Hielo es una libre, descarada, bruta, ordinaria, ácida, macabra y divertida adaptación de la obra ¿Quién Tiene Miedo de Virginia Woolf? de Edward Albee. La compañía El Eje, residentes en el Tantarantana, bajo la dirección de Marc Ribera se toma la libertad de hacer con esta obra lo que le da la gana, literalmente.

Siempre es interesante ver propuestas tan crudas donde se provoque al espectador. Pero la falta de límites y el descontrol que esta obra propone funciona como un arma de doble filo. Por un lado, consiguen lo que parece ser el objetivo de esta adaptación, generar carcajadas y una cierta incomodidad en el espectador. Pero por otro lado, alcanzan unos niveles de estridencia que más de una vez llegan a sobrepasar los límites de lo soportable.

Desde el primer minuto la energía es tan alta que, a pesar de conseguir un fuerte golpe de entrada, juega a su contra a la hora de construir una progresión. Resulta difícil mantener el ritmo cuando el punto de partida es tan alto. No se trata de una obra de gamas, si no más bien de extremos, aquí no hay lugar para grises.

Algo similar sucede al tratar la parte más trágica de la historia. Después del cómico delirio de la primera parte, resulta complicado conectar con el drama más íntimo. Aunque la potente imagen final es sin duda una tremenda y emocionante despedida que funciona a la perfección.

En definitiva, una propuesta recomendable para amantes de lo gamberro y lo descarado, pero no apta para personas con tímpanos sensibles.

14/11/2018
Ramsés Martínez Barquero
Teatre Barcelona

Hablar a gritos

La compañía El Eje presenta en la sala Tantarantana una adaptación de ¿Quién teme a Virginia Woolf? de Edward Albee que no deja indiferente a nadie del público. Se trata de una adaptación libre y rompedora, concebida desde la voluntad de incomodar a sus personajes y a su público.

Mar Pawlowsky, Eric Balbàs, Jordi Samper y Maria Hernández representan a dos parejas que, tras una exposición de arte, van a casa de una de ellas a tomar una copa. Con una interpretación destacable y enérgica, los actores llenan el teatro de gritos y situaciones violentas que llevan al público a una posterior reflexión acerca de las relaciones amorosas contemporáneas basadas en el amor romántico.

La obra trata, principalmente, de mostrar los problemas que presenta el modelo del amor romántico, que en la obra acaba por llevar a los personajes a vivir vidas que los destruyen. Se trata de una mirada a la destrucción basada en los vicios sociales que, en muchas ocasiones, se permiten sin ningún problema: forzar al miembro de la pareja a buscar un hijo, las infidelidades excusadas, el acoso, la violencia machista…

El Eje presenta una obra en la cual se trata de poner en el punto de mira muchas actitudes y comportamientos que, por desgracia, pueden ser habituales a nuestro alrededor. Masticar hielo lleva estas situaciones al extremo, a una degradación física y psicológica que meten al público en una espiral de gritos y violencia que acaba por mostrar el lado oscuro de las relaciones tóxicas.

En síntesis, cabe destacar que es una obra con un mensaje muy potente. Su escenografía es simple pero útil: un salón con cuadros y un minibar. A partir de un planteamiento modesto, se acaba por revertir lo que el público podría esperar de dos parejas tomando una copa. Pese a esto, mi experiencia personal no fue muy placentera. No sé si debido a un público que voceaba y aplaudía a mitad de representación o a fallos de la obra, no acabé conectando con ella. Para mí—aunque luego me llevara a reflexionar—me resultó un recital de gritos y violencia que se quedó llano: el abuso de los recursos del grito y la violencia acabaron por quitarle la fuerza expresiva.

25/05/2018
Rubén Garcia
Teatre Barcelona

Apto para emociones bien fuertes

Si no has visto nunca una obra de la compañía El Eje quizás te sorprende ver esta adaptación libre, del Marco Ribera, basada en el clásico ‘¿Quién teme a Virgin Woolf?’. Pero el mismo cartel de la obra te da muchas pistas: «una versión cañera». Y eso encontré.

‘Mastica hielo’ nos propone entrar en una extraña espiral autodestructiva de una pareja acomodada y unos curiosos invitados abocados a vivir en su pesadilla. La historia comienza bien arriba con bastante intensidad, quizás un poco demasiado, pero se va alternando con otras escenas más relajadas que le permitirá ir respirando. Me encontré a un grupo de actores entregados: mi gusto destaco, por un lado, la Mar Pawlowsky que aún a un personaje psicológicamente complicado (es Martha, la anfitriona) y, por otro, un Jordi Samper bien afinado y con un ritmo imparable (si la ves, lo entenderéis).

El Eje nos propone una historia ácida, potente, con fuerza y que báscula del humor al drama con fuerza agilidad. No esperes encontrar una obra fácil: es dura, es diferente pero cumple con su objetivo y da de sí para tener un buen debate después de verla. Una historia contada por un grupo de actrices y actores con ganas de decir y de hacer cosas, con ganas de transgredir de lo políticamente correcto.

25/05/2018
Neus Mònico Fernández
Teatre Barcelona

Caòtica

Hi ha projectes teatrals que encara que no hagis vist una versió o llegit el text de l’obra, en un moment o altre, o fins hi tot al final, entens que és el que està passant; a “Masticar hielo”, lluny de ser una adaptació de Quí té por de Virginia Wolf? d’Edward Albee, això no passa. L’espectador es troba que l’obra avança i no acaba d’entendre que tot el que està passant és un joc macabra que va més enllà de les conseqüències d’una borratxera descomunal. En aquest muntatge no queda clar el problema que s’amaga rere la Martha i en George. Els que hem vist l’obra d’Edward Albee en prou feines reconeixem en els personatges de “Masticar hielo”, el trauma psicològic que amaguen al seu darrere.

Des del meu parer, i tan sols es tracta d’una opinió, penso que hi ha un munt de coses que fallen en aquesta proposta, com poliment en la direcció dels personatges ( la força i intensitat desmesurada en tota la representació), alguns diàlegs sense sentit, escenes que no treuen cap a res, interpretacions sobreactuades,...Tot i que haig de reconèixer que hi ha hagut moments que particularment he trobat genials i m’han fet molta gràcia, i altres que m’han posat la pell de gallina i m’he cregut als personatges.

Valoro totalment l’enfoc que la companyia volia donar a l’obra: claredat, força, diàlegs i una posada en escena sense censures, però el resultat no ha estat el que penso que es buscava.

26/05/2018
Iván F. Mula
Teatre Barcelona

El riesgo de la estridencia

Poner en escena ¿Quién teme a Virginia Woolf? no resulta nada fácil. El peligro con este obra es que, fácilmente, se puede caer en un histrionismo granguiñolesco que tape la verdadera profundidad psicológica y emocional de la historia. La compañía El Eje, más que hacer una adaptación, se ha inspirado en el texto de Edward Albee para construir un montaje con la energía, el tono y la personalidad con la que se sienten identificados, en cierto modo, apostando por la forma por encima del contenido. La decisión es valiente y coherente con su trayectoria pero el resultado arriesga tanto que pierde el control sobre sí mismo. Aumentar la agresividad, los gritos y el ritmo de este universo narrativo ha acabado obteniendo un producto demasiado estridente, donde se pierden los matices y sólo queda espacio para el impacto. Hay que decir que la fuerza interpretativa de todo el reparto es notable y que Mar Pawlowsky defiende el espectáculo con una autoridad incontestable. También resulta interesante el contrapunto que aporta Eric Balbàs que, gracias a tener un personaje más introspectivo, tiene la oportunidad de incorporar un poco de sutileza. Como grito de protesta o puñetazo sobre la mesa, Masticar hielo es efectiva pero, entre tanto de ruido, le pone difícil a los espectadores poder encontrar alguna reflexión más allá de la capa superficial.

25/05/2018
Xavi Pijoan
Teatre Barcelona

Incontinència

Els grans muntatges de Qui té por de Virginia Woolf? han tingut sovint en comú que han entès que la desmesura del text havia de ser mitigada (no domesticada) per un bon ús del tempo en la posada en escena. La batalla campal que va escriure Edward Albee no pot convertir-se en una proposta sobrepassada també a l'escenari. A Masticar hielo, el que ens trobem és una direcció d'actors bruta, que ho deixa tot a la intensitat del desaforament dels diàlegs. Acaba assemblant-se més a una tertúlia televisiva que a una història explicada amb el rigor suficient per a entendre que la profunditat del que està passant va més enllà de les conseqüències d'una simple borratxera.

La versió lliure que n'hem vist al Tantarantana descuida les transicions entre els moments de confrontació i els del cinisme que se succeeixen contínuament. L'espectador marxa amb la sensació que la representació ha estat víctima d'una lectura superficial de l'obra que ha confós la necessitat de mantenir el ritme a dalt de tot des del primer moment amb la incontinència escènica.

25/05/2018
JOSE GABRIEL DEL VIEJO

Una pareja invita a su casa a otra pareja a tomar una copa. Lo que iba a ser una copa de compromiso se acaba convirtiendo en una pesadilla al contemplar como los anfitriones comienzan con una dinámica de violencia, sexo y maltrato.
El alcohol también hace de las suyas y al final los invitados entrarán también en el juego de los anfitriones.
A ver… la propuesta a mi parecer funciona. Personalmente la he disfrutado y he reído y he flipado con todo lo que pasaba en el escenario. Pero la intensidad de los actores ha sido demasiado (demasiados gritos, demasiados insultos, demasiadas pataletas en el suelo y momentos forzados). Yo creo que si hubiera sido todo un poco más sutil la cosa fluiría mejor.
Aún así… enhorabuena a los actores porque lo dan todo y no tiene que ser fácil abrirse tanto y desgarrarse la piel cada noche en el escenario. Bravo por ellos.
El relevo actoral tiene buenos integrantes!

07/11/2018
Josep OS

Al Tantarantana he estat veient aquesta versió segons consta al programa canyera i jo afegiria lliure però molt lliure que ha fet Marc Ribera de l’obra d’Edward Albee, Qui té por de Virginia Woolf. Ens situa a casa d’una parella Martha ( Mar Pawlowsky) i George ( Eric Balbàs), ella filla d’un adinerat galerista d’art que després d’una presentació de pintures, decideixen convidar una pintora Nuna (Maria Hernandez) i a la seva parella Nick ( Jordi Samper) a prendre unes copes a casa seva. La parella amfitriona encara que en el fons es volen, la seva relació a causa de l’addicció a l’alcohol és corrosiva i destructiva i acaben arrossegant als convidats a entrar al seu mateix joc, el que els condueix a anar-se’n veient destrossats per l’actitud dels seus amfitrions. L’obra va donant constants girs que en segons passen del riure al drama fins arribar al sorprenent final, que lògicament no desvetllaré. Intensa, dura molt dura amb uns diàlegs i escenes que si no traspassen la línia vermella, els falta molt poc i que de ben segur incomodarà a més d’un espectador i la polèmica està assegurada. Una escenografia molt aconseguida acompanyada d’una perfecta il·luminació i una interpretació extraordinària dels quatre actors de la companyia El Eje que es deixen la pell . A mi m’ha agradat i molt i és d’aquelles obres que surts del teatre una mica tocat i amb ganes de tenir algú al costat per debatre, i encara que per suposat la recomanaria, és possible que algú es recordi de tu.

24/05/2018
Miguel

Sencillamente brutal !
No Es una obra de teatro, es un puñetazo en la boca del estomago !
IMPRESCINDIBLE

23/05/2018
Gemma Grau

Brutal, és molt canyera, els protagonistes de la història, un 10. M’ha encantant!

14/05/2018
Núria

Una obra que va contínuament de l’humor al drama, amb quatre protagonistes que fan un paper extraordinari.

14/05/2018

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