Conversaciones con mamá

Teníamos ganas de pasar un rato divertido y escogimos esta pareja de actores televisivos ahora que estan en Barcelona es una buena oportunidad de tenerlos cerca y verlos actuar en el escenario. María Galiana, divertida, nos ha cautivado rápidamente por su sencillez. En cuanto al papel la hemos visto tierna y amorosa como nuestra abuela y por otro lado con toda la sabiduría que dan los años para no dejarse embaucar por la visita de su hijo, un Juan Echanove superado por su vida y que se desdobla ejerciendo también de director protector. Nos ha gustado la actuación, nos ha gustado la obra y sus protagonistas, quizá hemos echado de menos algo más de complicidad con el público, queríamos reír y aplaudir, y el tempo no lo permitía, de todas formas puedo decir que, Conversaciones con mamá nos ha hecho reír, emocionarnos y también reflexionar.

Ayer asistí al estreno de esta adaptación de la película Conversaciones con mamá (2004) en el Teatro Goya de Barcelona. No he tenido el gusto de ver anteriormente esta película de Santiago Carlos Oves, así que iba «virgen» a ver la obra. No puedo comparar ambos textos… pero, los diálogos, me parecieron muy emotivos e inteligentes: Tratan el caso personal de una familia que sufre en primera persona la recesión económica de este país… sin caer en tópicos ni vulgaridades.

Una obra intimista, interpretada solamente por dos artistas consagrados: María Galiana y Juan Echanove (actores de la serie Cuéntame como pasó). Son espléndidos! Se nota la complicidad entre ambos y, a pesar de ser una obra de texto y tratar un tema tan delicado hoy en día para todos los españoles, los dos protagonistas logran formar una perfecta sintonía con el público. Entre ellos se desprende afecto y la obra se hace corta (una hora y treinta minutos de emociones a flor de piel). Gran vínculo entre madre e hijo, a medida que transcurre la obra ambos personajes se acercan y se entienden.

La puesta en escena, además, es espectacular. Un solo espacio, desenfadado y muy cuidadoso. Conversaciones con mamá te transporta al calor de una casa y te demuestra que se puede llenar el teatro sin grandes escenografías, tan sólo hay que mostrar la sala de estar y la cocina de una casa destartalada y con muebles vintage.

En definitiva, no te puedes perder estos dos monstruos de la interpretación, un gran cóctel explosivo y totalmente conmovedora. Saldréis encantados!

Como muchos de vosotros, la primera vez que vi actuar a María Galiana fue en la película Solas. Entonces me sorprendió su impecable forma de transmitir con naturalidad las diferentes emociones del personaje, consiguiendo así una gran proximidad hacia el espectador a partir de una interpretación basada en la sencillez. Aunque los años han pasado, la actriz no ha perdido su talante característico y, en esta ocasión, vuelve a recuperar el rol de madre, aunque ofreciéndonos un personaje tierno, próximo y por el que sólo podemos sentir empatía. Así, en el escenario no nos encontramos com una actriz de casi ochenta años, sino que realmente hay una madre hablando con su hijo. En este sentido, la química que se establece entre ambos actores es innegable, aunque la interpretación de Echanove, que es muy correcta, opta por una expresividad mucho más marcada y forzada, pero que encaja perfectamente con la de Galiana . Además, el actor también se encarga de la dirección de la obra, optando por una puesta en escena convencional, sin estridencias y del todo clásica. De hecho, cede todo el protagonismo a los actores y al texto, siendo correcto todo el tiempo.

La obra presenta un texto para todo tipo de públicos, el cual resulta fácil de digerir, pero conteniendo a la vez sustancia. Así, estas conversaciones provocarán la risa, pero también harán aflorar sentimientos de ternura y, como no, la parte dramática, haciendo una disección de un tema tan universal como es el amor maternal en donde, incluso, el personaje de Galiana no tendría nombre para simbolizarlo. Por otra parte, cabe destacar la escenografía de diseño moderno y sugerente, que contrasta con el clasicismo de la puesta en escena, complementándose y acercando la obra a nuestros tiempos. De hecho, la obra juega en general entre estas dos dimensiones, así como entre la comedia y el drama, aunque ofreciendo una función entrañable y divertida.

María Galiana y Juan Echanove protagonizan la comedia del argentino Santiago Carlos Oves, una comedia romántica sobre las relaciones que hay entre una madre y su hijo, un vínculo que incluso, después de la muerte, no se rompe. Es una obra llena de ternura donde se nota que hay mucha complicidad entre ambos actores. Unas interpretaciones para quitarse el sombrero. El papel de la madre es muy divertido y da ese punto de humor a la parte más triste de la historia. Un trabajo bien hecho.

Esta comedia argentina, adaptada con oficio por Jordi Galceran, ha acabado en manos de un Echanove que afronta la dirección con corrección y sin demasiadas estridencias. La interpretación de los dos únicos actores -o mejor dicho, el carisma y, de nuevo, el oficio acaba haciendo el resto. Uno puede pensar que a veces con eso basta… y, de hecho, grandes actores y actrices de nuestro país -y también de fuera- han conseguido vivir «tirando de oficio» toda la vida. Pero aquí se echa en falta algo más. Por lo que a mí respecta, echo de menos verdad, aunque en los momentos en que María Galiana se encuentra cómoda surgen escenas muy creíbles, de aquellas que te hacen ver a la persona más que al actor. Lástima que todo se acabe resolviendo con excesiva formalidad, sin salir de los cánones que marcan «la pièce bien fait».