Burpees

(Burpees es un ejercicio de fitness que consiste en dar un salto seguido de plancha).

Miquel Mas Fiol está entrando con fuerza en la escena catalana. Esta semana se están representando cuatro obras suyas simultáneamente y en febrero podremos ver una adaptación de una novela de Guillem Frontera en el Tantarantana. Es el dramaturgo y director de una trilogía sobre la condición milenial en el Teatre Lliure de Montjuïc. Cándido o el optimismo, a partir de Voltaire, seguida de Las penas del joven Werther de Goethe y la tercera, los Miserables, de Victor Hugo. Las tres han podido verse consecutivamente o como una Maratón el último día. Los milennials son la gente de cuarenta años que crecieron durante la expansión de internet y la revolución tecnológica y es a ellos a los que va dirigida especialmente esta obra.

Burpees fue finalista al Premio Quim Masó 2024 y también propuesta seleccionada en la quinta Convocatòria de Projectes dels Teatres de Proximitat (OTB).

Mas Fiol quiere alertar de los peligros de las redes sociales y la adicción que crean. Hace casi dos años pudimos ver Cacophony de Molly Taylor que exploraba el poder que tienen las redes sociales de despegar y hundir a alguien en cuestión de segundos. El seguimiento a ciegas de los influencers es tan fuerte que se consideran gurús. El ciberacoso es frecuente por el anonimato y la facilidad de enviar mensajes provocando situaciones de bullying o excesiva veneración con consecuencias emocionales y psicológicas graves por los seguidores y ellos mismos.

Joan Sureda, con una magnífica interpretación es el influencer que se dirige a los jóvenes prometiendo un triunfo fácil en la vida si hacen lo que él les aconseja. Su papel es de gran dificultad porque desempeña varios personajes con mucha exigencia física. Presionado por algo que desconocemos, desaparece. La hermana (Ann Perelló, también interpreta a personajes muy diferentes) y un seguidor y discípulo incondicional (Biel Montoro) por diferentes motivos, inician su búsqueda. Por el camino se van describiendo las relaciones que tienen con sus respectivas familias y los motivos de sus vulnerabilidades. El lenguaje es actual, desvergonzado y provocador.

La puesta en escena es dinámica, colorista y puede cambiar de un sitio a otro gracias a dos paneles luminosos que ellos mismos van moviendo por el escenario.

Si en Cacophony, Molly Taylor ponía de manifiesto el peligro del ciber-acoso, en Burpees Mas Fiol alerta de la posibilidad del sectarismo, de la adicción y de la dependencia patológica que puede crear un predicador carismático y el peligro de llegar a un delirio místico como en otras sectas que hemos vivido a lo largo de la historia antes de la irrupción de internet.