Pere Riera es uno de los dramaturgos imprescindibles del panorama teatral catalán actual. Con obras estrenadas en diferentes teatros de la cartelera profesional, uno de sus primeros textos dramáticos había quedado injustamente inédito en nuestros escenarios. Casa Calores es una fotografía personal, hecha con ternura y sensibilidad, del paso del tiempo en una casa.
Sinopsis
Los veranos son estaciones preciadas. Dicen que la juventud es la más preciada de las etapas vitales. Y cuando eres joven, una de las mejores cosas que te pueden pasar, es vivir los veranos cerca del mar. Si, encima, has nacido en un pueblo con barcas y espigón, es posible que todos los veranos de tu juventud estén amarados de un recuerdo cálido y salobre. En Casa Calores pasan los años, las macetas se marchitan y la ropa deja de mecerse en los tendederos. Los mayores que sobreviven, se hacen viejos; y los jóvenes que no ven la hora de crecer de una vez, intentan poner freno al inexorable paso del tiempo. Un tiempo que los enfrenta al más preciado de los peligros: el pasado.
Texto del director
Escribí Casa Calores hace muchos años, movido por un impulso: la desaparición de la casa en la que nací, en mi pueblo. Hacía años que ya no vivía, pero encontrarme de repente con el solar
vacío fue un impacto inesperado que me generó cierta conmoción; de mi casa, de mi primer hogar, ya no quedaban ni los restos. Una parte fundamental y física de la mía
historia de vida se había convertido en nada. De ahí surgió la necesidad casi instintiva de explicar la
historia de estos personajes tan arraigados en las vivencias y cocidas propias de un pueblo; un pueblo que nunca se designa, porque me gusta pensar que podría tratarse de cualquiera
de los municipios de nuestro territorio. Un lugar lleno de individuos de diferentes generaciones, que comparten experiencias y secretos (sobre todo secretos), y que viven y ven la vida desde unas
perspectivas que no siempre son compartidas por quienes pertenecen a entornos urbanos. Las estrechas redes de relaciones sociales, el conocimiento mutuo, la relación íntima y cotidiana
con los mismos espacios públicos, las complicidades familiares y fraternales, la pervivencia de actitudes y roles entre mayores y jóvenes, los conflictos enquistados (ya menudo disimulados) entre vecinos, etc.
Casa Calores fue escrita en 2007, a raíz de una invitación hecha por Toni Casares, director de la Sala Beckett, invitándome a participar de un ciclo dedicado a (la entonces) nueva dramaturgia catalana. Desde entonces se han realizado diversas lecturas dramatizadas, pero esta será la primera vez
que se llevará a escena esta pieza que, aun cuando no habla explícitamente de mí ni de mi historia personal, no deja de hacerlo de forma implícita desde la primera página hasta la última. A todos los efectos, es la obra más involuntariamente autobiográfica de todas las que he escrito. Ojalá los espectadores y espectadoras que quieran visitarla celebren —como hice yo mientras la escribía— el gozo de vivir que transmiten sus personajes y se emocionen también con sus fragilidades.
Catalán
todos los públicos
Los veranos son estaciones preciadas. Dicen que la juventud es la más preciada de las etapas vitales. Y cuando eres joven, una de las mejores cosas que te pueden pasar, es vivir los veranos cerca del mar. Si, encima, has nacido en un pueblo con barcas y espigón, es posible que todos los veranos de tu juventud estén amarados de un recuerdo cálido y salobre. En Casa Calores pasan los años, las macetas se marchitan y la ropa deja de mecerse en los tendederos. Los mayores que sobreviven, se hacen viejos; y los jóvenes que no ven la hora de crecer de una vez, intentan poner freno al inexorable paso del tiempo. Un tiempo que los enfrenta al más preciado de los peligros: el pasado.
Escribí Casa Calores hace muchos años, movido por un impulso: la desaparición de la casa en la que nací, en mi pueblo. Hacía años que ya no vivía, pero encontrarme de repente con el solar
vacío fue un impacto inesperado que me generó cierta conmoción; de mi casa, de mi primer hogar, ya no quedaban ni los restos. Una parte fundamental y física de la mía
historia de vida se había convertido en nada. De ahí surgió la necesidad casi instintiva de explicar la
historia de estos personajes tan arraigados en las vivencias y cocidas propias de un pueblo; un pueblo que nunca se designa, porque me gusta pensar que podría tratarse de cualquiera
de los municipios de nuestro territorio. Un lugar lleno de individuos de diferentes generaciones, que comparten experiencias y secretos (sobre todo secretos), y que viven y ven la vida desde unas
perspectivas que no siempre son compartidas por quienes pertenecen a entornos urbanos. Las estrechas redes de relaciones sociales, el conocimiento mutuo, la relación íntima y cotidiana
con los mismos espacios públicos, las complicidades familiares y fraternales, la pervivencia de actitudes y roles entre mayores y jóvenes, los conflictos enquistados (ya menudo disimulados) entre vecinos, etc.
Casa Calores fue escrita en 2007, a raíz de una invitación hecha por Toni Casares, director de la Sala Beckett, invitándome a participar de un ciclo dedicado a (la entonces) nueva dramaturgia catalana. Desde entonces se han realizado diversas lecturas dramatizadas, pero esta será la primera vez
que se llevará a escena esta pieza que, aun cuando no habla explícitamente de mí ni de mi historia personal, no deja de hacerlo de forma implícita desde la primera página hasta la última. A todos los efectos, es la obra más involuntariamente autobiográfica de todas las que he escrito. Ojalá los espectadores y espectadoras que quieran visitarla celebren —como hice yo mientras la escribía— el gozo de vivir que transmiten sus personajes y se emocionen también con sus fragilidades.
- Dirección:
- Título original:
- Autoría:
- Año del texto:
- Ayudantía de dirección:
Xavi Buxeda - Voces en off:
Pablo Derqui - Regiduría:
Tito Sánchez - Escenografía:
Sebastià Brosa
Laura Martínez Pi - Iluminación:
Guillem Gelabert - Sonido:
Jordi Bonet - Caracterización:
Clàudia Abbad - Vestuario:
Marian Coromina
Gemma Pellejero - Fotografía:
Kiku Piñol
Arnau Bach - Producción:
Sala Beckett - Año de la producción:
- Marc RiberaTeatre Barcelona
- Roser Garcia GuaschTeatre Barcelona
- Carles Armengol GiliTeatre Barcelona
- JOSE GABRIEL DEL VIEJO