Josep Maria Ribaudí i Martí

Sí, un poco de olor a naftalina es lo que hace este Sagarra, pues 65 años no pasan vano y se ha notado, quizás por culpa que la Lurdes Barba ha sido demasiado fiel al original, y lo que antes era un gran problema hoy ya no lo es tanto, o no es nada. Ser homosexual o chica soltera preñada por descuido o frivolidad no es hoy un problema como en los cuarenta. Pienso que una puesta en escena tan clásica ha restado credibilidad a la función y por eso los actores no han brillado, excepto David Bagés que ha bordado el papel de chantajista. Escenografía, iluminación y vestuario, muy bien. Leer más.

Esto haréis si vais a ver Bleu! al Mercat de les Flors; bien, también tocaréis mar mediterránea, porque de esto va el espectáculo, pues a un pescador se le aparece una hada, o una ninfa marina y le suelta una perla luminosa y cuando duerme le abriga con un manto mágico y de aquí saldrán toda clase de cosas maravillosas que tienen vida propia gracias a los efectos lumínicos que los de la Compagnia TPO se sacan de la manga (en realidad de su cerebro). Este es un espectáculo mágico que se tiene que ver; si sois pequeños porque os fascinará y si sois mayores como yo, también, o sea que no hay escapatoria. Hacedme caso, comprad las entradas ya. […]

Un regalo de Farrés Brothers y Cia con este Equilibristes que ahora hacen en el Almería Teatro. Una historia tierna donde un hombre gris ha sufrido un batacazo que le provoca una visión que le trae recuerdos desde la infancia hasta los momentos más felices con su pareja que… Además, esta vez los Farrés han incorporado música en directo, música de calidad con un trío formado por componentes de los Amantes de Lulú, que además han interactuado con el personaje de la historia. Los muñecos y los trastos que han llenado el escenario, pura delicia, marca de la casa. Id y dejaos llevar por la magia sin colorantes ni conservantes de este grupo de Igualada.  

És el que els ha passat a aquests pallassos, estan passats de moda, els han fotut fora de la feina i no han pogut ni desmaquillar-se; per això es troben donant voltes carregats amb els estris, sense rumb. Bon espectacle carregat d’ingenuïtat i tendresa, tranquil, sense esvalots ni daltabaixos que et penetra lentament amb la mateixa parsimònia que gasten ells: divertit i relaxant. Ben executat, sense paraules, expressiu i amb gags molt bons. Treball acurat de Leandre Ribera, Enrei Caso i Jordi Magdaleno. Si hi porteu la canalla us ho passareu el doble de bé. Final curiós després del final (si hi aneu ho entendreu).

Això és exactament el que és, una peça desenfadada, intranscendent, pocasolta i divertida, amb un vestuari patètic, perruques de carnaval i calçotets estampatsm malles blanques, on dos àngels en pràctiques, aprenents de Cupido fan training d’aparellaments amb el públic que entra a la minisala. L’obra d’Elisenda Guiu no té cap més pretensió.