Josep Maria Ribaudí i Martí

Ho dic perquè Map#2, l’ordinador que interactua amb la protagonista d’aquesta obra m’ha recordat al Hal 9000 de 2001 una Odissea del Espai de Clarke. I Cristina, la noia tancada en un búnquer per investigar la possibilitat de sobreviure amb l’única ajuda del ordinador ha demostrat la necessitat dels humans de relacionar-nos… encara que sigui amb la màquina d’intel·ligència artificial. Molt bona l’actuació de Cristina Fernández com a intèrpret, coreògrafa i ballarina. La il·luminació, junt amb els efectes del video-mapping, genial i les músiques que acompanyaven a l’artista molt ben escollides. Nit de teatre molt interessant i «diferent». Diferent a què? Doncs a les funcions que es veuen habitualment.

I com que és previsible no acaba d’enganxar, tot i ser una mena de thriller polític. En un plis plas ens ensumem qui és l’amant de la candidata a líder del partit en unes primàries disputades en un plató de televisió d’un programa del cor… i no ens ho acabem d’empassar. Com que l’obra és fluixa i l’autor ha comés l’error de ser l’escriptor, director i actor, ha faltat la perspectiva d’una visió crítica exterior. Tot i la incorporació de tècniques videogràfiques que la podien dotar d’una certa modernitat, la cosa no ha rutllat i els actors, amb gent de categoria com la Roser Batalla, no hi han pogut fer res.

Sí, lástima que esta Yerma no haya tenido más empuje, porque la obra se lo vale, pero algo ha hecho que no acabara de estallar de forma redonda. ¿Cuando Narros la montó ya estaba mayor o se ha notado que el gran director ya no está? El hecho es que sin poder decir que tal o cual actuación ha chirriado, le ha faltado trempera, y no de la matutina, sino de la verdadera, ya me entendéis. A la escenografía le ha pasado un poco lo mismo, ha funcionado cuando la acción pasaba en los espacios abiertos, pero ha resultado demasiado grande para los episodios en el interior. En fin… Leer más.

Esto es lo que exuda la pieza escrita, dirigida e interpretada por Alberto San Juan, y suerte de los toques de humor que nos dejan respirar, porque la crítica es feroz, y es que el chico está muy cabreado, y con razón, porque las cosas no han ido cómo se esperaba que fueran. Con una escenografía sobria, casi nada, y el juego de luces, nos ha regalado con más de dos horas de monólogo —¿es un monólogo?— cuando tenía que durar una hora y 25 minutos haciendo un repaso, desordenado, de la historia de España desde que él nació, hasta que se le hincharon las pelotas. Gran noche de teatro, monólogo, conferencia interpretada… chi lo sà. Leer más.

Dos cortos, dos joyas, dos autores escoceses, dos actores madrileños, dos amigos: el adaptador y el director, dos lágrimas que os caerán cuando no podáis contener la emoción por lo que cuenta la madre… dos problemas y un solo motivo: los recortes. Vale la pena no perderse este montaje porque es teatro-verdad de reivindicación, sincero, valiente y de mucha calidad, y además no es teatro caro con escenarios costosísimos y una montón de actores a escena. Es como aquellos platos sencillos que hacía mi abuela con cuatro duros y en los que no podíamos parar de mojar pan de lo bueno que eran. Sólo estará en cartel cuatro días. Si podéis, no os la perdáis. Leer más.