El silencio del título es doble. Por un lado, alude al cine mudo, la época ¿lejana? de las aspirantes a actriz recién llegadas a la meca de Hollywood, deslumbradas por las luces de las marquesinas y el brillo de las joyas de las estrellas los días de estreno. También el silencio alrededor del ¿lejano? infame sofá del productor, el del abuso de los poderosos sobre las aspirantes, secretos a voces que nadie denuncia si no quiere ver cortada de raíz su posible carrera. La ambientación de los años 20, sin disponer de gran escenografía, es excelente, empezando por el vestuario, la música que une las diversas escenas, la visualización de los subtítulos… La propuesta nos la trae Escapade Theatre, compañía […]
Hebert Parodi
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