Musical de aquellos que me ganan rápido: íntimos, aparentemente sin pretensiones pero que llegan y tocan la tecla precisa, cercano, en un entorno apropiado, música de calidad y en directo, con mucho talento, trabajo y calidad detrás.
Primera parte de la Trilogía del Amor, musicales escritos y dirigidos por Alícia Serrat (Pegados) y producidos por Daniel iAnglès (Rent), cada uno con un músico diferente, en este caso, Marc Sambola.
Anna Lagares (qué vis cómica y voz!) alternando con Clara Solé (sensibilidad máxima) crean una deliciosa pareja con Edgar Martínez en este musical sobre la búsqueda del amor y qué bonito es encontrarlo y cómo el destino nos atrapa por mucho que nos disfracemos y queramos escondernos de él. Un amor de cuento, de príncipes y princesas, jovial e inocente.
La historia es sencilla, pero apetece encontrarse, aunque sea por una vez, una obra sobre el lado luminoso de la vida y el enamoramiento, historias que hablan de que las cosas complicadas a veces son sencillas: alguien nos gusta y le gustamos. ¿Hay algo más grande en el universo?
La aparente sencillez no oculta la calidad de la música, las buenas interpretaciones y canciones diría que más complejas de lo que parece. Yo no soy muy de comedia de disfraces y apariencias (lo admito, las comedias shakesperianas no son mi fuerte) y aún así he disfrutado mucho.