El director el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), Xavier Albertí, propone «redescubrir los autos sacramentales con una mirada contemporánea» en El gran mercado del mundo, obra en la que Calderón de la Barca «anticipó la imposición de las doctrinas del mercado, mucho antes de que el capitalismo se volviera religión». Albertí lleva esta obra del siglo XVII a nuestros días «desde el respeto escrupuloso al texto y una síntesis escénica alejada del oscurantismo donde ha estado encasillada», ha explicado durante la presentación del espectáculo teatral. De hecho, el director catalán se coloca en el otro extremo y sitúa la obra en una colorista feria de atracciones, donde suena «música clásica, pero también cuplés y ritmos cabareteros nacidos en el Paralelo barcelonés».
«Creo que tenemos la responsabilidad de poner en valor los autos sacramentales, reivindicar su riqueza filosófica y sacarlos de la espesa niebla con fragancia eucarística en la que han estado escondidos», ha señalado Albertí. El gran mercado del mundo, que se podrá ver en la Sala Grande del TNC del 15 de mayo al 22 de junio, es una ambiciosa coproducción del teatro público y de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que cuenta con un equipo formado por 14 actores con trayectorias muy diferentes, desde los intérpretes especializados en el Siglo de Oro español hasta los forjados en el cabaré, la danza o la música clásica. Así, por ejemplo, el contratenor Jordi Domènech da vida al personaje de la Herejía y el bailarín Roberto G. Alonso es la Lascivia, además de asesor de movimiento.
«Todos los intérpretes bailan muy bien», ha dicho G. Alonso, que no ha querido desvelar más detalles pero ha dado a entender que la obra tiene más baile y música de lo habitual en los montajes tradicionales de los autos sacramentales. Albertí se ha inspirado en la Commedia dell’arte y el cabaré porque entiende los autos sacramentales «como una gran fiesta teatral dirigida a un espectro amplísimo de la sociedad, como la tragedia griega o las revistas musicales del Paralelo barcelonés o de la Gran Vía madrileña».
Silvia Marsó, que interpreta la Culpa, reconoce que quien se quede con ella acabará en el infierno, «pero a lo mejor el infierno es más interesante que el cielo», ha apuntado. Completan el reparto intérpretes de larga trayectoria, como Oriol Genís, Mont Plans, Cristina Arias, Alejandro Bordanove, Antoni Comas, Elvira Cuadrupani, Jorge Merino, Aina Sánchez o David Soto.
«El auto sacramental no es una pieza arqueológica, sino una serie de obras de una honda profundidad filosófica que nos transportan a la esencia de una tradición de la que no podemos prescindir», ha concluido el director.