Tras el estreno en Fira Tàrrega del 2022 y diversas funciones en todo el territorio, los «ingenus» desembarcan su dispositivo escénico en el Born. El cambio climático, la bioética o la extinción del ser humano son algunos de los temas que se abordan en la prenda. La compañía presenta el primer trabajo de la Trilogía del No-Temps fijándose en el futuro, dentro de una puesta en escena a medio camino entre la instalación tecnológica y el ritual sonoro.
El director Marc Chornet cree que la compañía Projecte Ingenu es un «laboratorio de humanismo». Así lo demuestra su trayectoria, que ha alternado clásicos lorquianos (Bodas de Sangre, Yerma), versiones de Shakespeare (Vaig ser pròsper, Hamlet, Romeu i Julieta) y teatro documental (La ruta de la palta), siempre entendiendo la poesía en un sentido amplio. La idea de hacer una trilogía sobre el tiempo seduce al director, porque “la finitud del ser humano es básica para definir lo humano”, afirma.
El dia que va morir l’últim panda presenta un museo situado cerca del año 3000. Éste es el pretexto para contemplar los próximos mil años de evolución (o extinción) de la humanidad. Genética, transhumanismo, inteligencia artificial y ecofascismo: temas situados en un futuro distópico, pero que sirven para aflorar debates actuales. ¿Qué pasaría si un día empezamos a reproducirnos artificialmente?
El público (acompañado por una audioguía) se pasea libremente por un dispositivo tecnológico que rompe el formato clásico de platea-escenario a favor de una experiencia colectiva. Se construye un ritual hecho a capas: «pasan cosas a la vez todo el rato», confiesa Chornet, que cree que esto hace que el público sea más activo. El dispositivo tecnológico tiene un gran peso, que han tenido que dominar para volver a emerger el componente humano, teatral.
Toni Guillemat, Georgina Avilés, Anna Pérez Moya, Neus Pàmies, Mireia Sala y Xavier Torra son los intérpretes de la pieza, a los que se une Gerard Marsal, que firma el espacio sonoro en directo, como ya es habitual en los espectáculos de la compañía. Todos se han sumado a la incertidumbre de un nuevo proceso creativo, «cada montaje es una innovación en la convención que establecemos con el espectador», remarca el director.
Marc Chornet valora que todavía queda por descubrir qué significa “estar junto a unas ruinas del siglo XVII y hablar del final de la especie humana”. El dia que va morir l’últim panda augura ser uno de los imprescindibles de esta edición del Grec, que llega a espacios tan simbólicos como El Born.
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