‘Equivocarse es de humanos’ o ‘errar es humano’ son dos formas populares de una expresión latina, que toda persona ha pronunciado alguna o varias ocasiones a lo largo de la vida. Del latín, error, –ōris, la palabra error designa una acción desacertada o equivocada, así como un concepto equivocado o juicio falso. En la sociedad actual impera un mensaje incisivo de búsqueda del éxito que condena severamente la decisión, pero… ¿esto siempre ha sido así a lo largo de la historia? ¿Qué reflejo social transmitían los grandes clásicos sobre el acto de equivocarse?
Tras el éxito de público y crítica en su estreno el pasado mes de agosto en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, llega a Barcelona La comedia de los errores, una obra, dirigida por Andrés Lima, donde el lío y el humor popular se combinan para crear un puro divertimento escénico. Pepón Nieto encabeza el reparto, junto a Fernando Soto, Antonio Pagudo, Avelino Piedad, Rulo Pardo y Esteban Garrido, de un espectáculo que reivindica la belleza del equívoco y la libertad de ser, a partir del juego actoral. El montaje podrá verse del hasta el 3 de noviembre en el Teatro Goya.
‘La comedia de los errores’ o el festival del lío
La comedia de los errores es la obra de teatro con la que William Shakespeare se presenta en sociedad. En ese momento, el bardo inglés sólo tenía 25 años y había llegado a Londres para trabajar en la compañía The Theater como traspunte. A finales del siglo XV, la comedia en Inglaterra todavía bebía mucho del teatro medieval y de un marcado imaginario religioso. Con el objetivo de entretener al público, con una fórmula dramática que combinaba un gran dominio del lenguaje escénico, agudeza y ritmo, Shakespeare estrenó esta comedia, inspirada en la obra de Plauto del siglo II a. C., Los gemelos.
En la trama, dos parejas de gemelos, de idéntico nombre y apariencia, convierten a la ciudad de Éfeso en un escenario dislocado donde vacilan las identidades y los amores se ponen a prueba. La comedia shakespeariana más corta es un auténtico vodevil que exprime al máximo el equívoco, para generar situaciones imposibles de principio a fin donde nadie está hablando con quien cree hablar.
Hablamos con el actor y productor Pepón Nieto sobre la creación de este espectáculo y el significado de la risa y el error en la vida.
Teatro Barcelona: Además de actor eres productor de este espectáculo. ¿Cómo te planteaste la idea de abordar una versión de La comedia de los errores? ¿Por qué ese título y por qué Shakespeare?
Pepón Nieto: Hace más de 10 años, y ésta es la cuarta vez que lo hacemos en coproducción con el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida. Esta vez queríamos hacer una comedia, que la función tuviera largo recorrido y poder después girar. Además, Shakespeare nos gusta muchísimo Es una maravilla y es siempre una fuente a la que recurrir. Esta obra es divertidísima, es como un vodevil de enredo. La primera propuesta que teníamos es que queríamos realizar una fiesta y esta propuesta nos permitía llevarla hacia el festivo.
«Quiero que la gente se vaya del teatro con ganas de bailar y de divertirse»
Sois seis actores, pero cada uno de vosotros interpretáis varios personajes en una obra, además, que juega al equívoco de forma constante. ¿Cómo preparar este espectáculo desde el punto de vista de la interpretación?
Fue un proceso no al uso, porque en los talleres previos que hicimos con Andrés surgieron muchas cosas: sobre todo un lenguaje común que nos hacía tener claro, desde el principio de los ensayos, por dónde ir y desde qué lugar queríamos explicarlo. Siempre fue desde un planteamiento muy lúdico y festivo. Desde la primera reunión la propuesta fue: quiero hacer una fiesta, quiero que la gente se vaya del teatro con ganas de bailar y divertirse. Esto también nos hizo abordar el trabajo desde un sitio muy festivo y aportar ideas desde la farsa. Los ensayos fueron muy intensos, porque el espectáculo, aunque parezca que está muy loco, funciona como un mecanismo de relojería y sabemos exactamente dónde estamos cada uno en cada momento. Andrés lo midió todo muchísimo. Hemos realizado un trabajo muy intenso, pero siempre desde lo divertido y festivo.
El director Andrés Lima ha afirmado que en esta obra que tanto el error como la ambigüedad se aprecian de forma sana. Vivimos en una sociedad que penaliza muy severamente el error, la decisión y transmite continuamente el mensaje de búsqueda del éxito a través de la perfección. ¿Por qué el ser humano no acaba de aprender que el hombre es falible por naturaleza?
No lo sé, pero es terrible porque parece que el error es un fracaso, y creo que tenemos derecho a equivocarnos y hacerlo cuántas veces sea necesario y con la edad que sea. No somos perfectos y los errores, al igual que lo fortuito, lo extraño, lo inesperado, la equivocación, componen la sal de la vida. Hace que las cosas no sean monolíticas. Es bueno equivocarse, admitir los errores, cambiar de opinión. Considerar que antes pensaba de esta forma y la vida me ha hecho pensar de otra manera diferente y reconocer que estava equivocado y no pasa nada. Esto nos hace ciudadanos más sanos y más libres, y no estar completamente sujetos y encorsetados en lo que se espera de nosotros, a no fallar a nadie. Es bueno fallar y siempre hay tiempo de volver a levantarse.
«El sentido del humor es fundamental; es lo que hace que la vida pase»
¿Qué significado ha tenido el error a lo largo de tu vida?
He cometido errores continuamente y en todos los niveles. En las relaciones personales, en las amistades. No tengo ningún problema en disculparme. No estoy orgulloso en este sentido. Me equivoco con mucha facilidad y con la misma facilidad que me equivoco intento rectificar y no darle tanta importancia, porque hay que seguir viviendo.
Una de las formas más catárticas que el hombre tiene para enfrentarse a sí mismo es hacerlo a través del humor. ¿Qué se esconde realmente detrás de la risa en esta comedia?
El sentido del humor es fundamental; es lo que hace que la vida pase. Necesitamos reírnos continuamente, desconectar. Reírnos de nosotros mismos primero y después de lo que ocurre a nuestro alrededor. Con el humor, se transforma y transforma las cosas. El otro día oí a alguien que decía que lo contrario a la comedia no es el drama, es el miedo. La comedia nos sirve para vencer los miedos, exorcizarlos y sacarlos de nuestras vidas. En el espectáculo la risa es el vehículo, la forma de contar la historia. La risa ya se convierte en una situación absurda en la que el espectador no sabe qué vendrá después. Es el enganche y es la toma de tierra.
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