Vuelve a la ciudad condal la obra galardonada con el Premio Crítica Serra d’Or 2014.
Norbert Martínez dirige Llibert, la primera obra de Gemma Brió: «¡una dramaturga viva y contemporánea!», exclama Martínez, pues es un hecho poco habitual en nuestros teatros, que les ha permitido hacer un proceso largo y cuidadoso de trabajo. Un proceso que ha dado sus frutos: a las buenas críticas que recibió su actuación en el Teatre Almería, se les suma el premio de la crítica de la revista Serra d’Or 2014 al conjunto del espectáculo.
Llibert es una historia muy humana, que crea empatía: «Es una tragedia moderna –confiesa Brió–, con estructura clásica, que llega a la gente porque los personajes son muy humanos y no aciertan siempre». Este relato de una madre y los 15 días de vida de su hijo llega a la Biblioteca Nacional de Catalunya con pequeñas diferencias de las anteriores representaciones.
Para volver a representarla, han ensayado durante dos meses y medio: «el texto ya estaba –explica Brió–, pero queríamos crear y rehacer». Al igual que en el Almería, en la Biblioteca tendrán el público muy cerca, con tres gradas rodeando el espectáculo «a la italiana», creando una experiencia muy íntima, pequeña y cercana, donde se mezcla el calor de las personas con la frialdad moderna del blanco que reina en la escenografía y la electricidad de la guitarra , todo envuelto en la característica arquitectura del antiguo hospital que es el teatro. Al inicio, el escenario es también una sala de espera de un médico, pero el espacio crece y «se transforma en un lugar mental donde la protagonista puede contar su historia», con la ayuda de sus amigas: la palabra, interpretada por la Tàtels Pérez, y la música, por Mürfila.
ROCK Y PALABRAS
La música está concebida como uno de los pilares de la obra, y quisieron darle la misma importancia que al texto. Gemma Brió tenía claro que encarnaría la parte musical de Llibert Mürfila incluso antes de terminar de escribirla: la rockera «no es sólo una música, también es una estética», explica la dramaturga. Para Mürfila ha sido todo un desafío sumar el reto de la interpretación al de tocar en directo su guitarra eléctrica. La música del espectáculo cuenta, además de versiones de canciones conocidas, con temas propios de Mürfila con letra de Brió: igual que todo el montaje, es un trabajo muy de equipo. Y es que en conjunto ha sido, explica Martínez, un equipo de privilegio que ha podido hacer «muy suyo» el trabajo de esta pieza, «muy delicada, que necesita muchos detalles».
El talento de estos profesionales, sumado a la colaboración de 117 mecenas privados, han hecho posible un espectáculo que no se habría podido realizar sin ellos, pues se encontraron sin las ayudas públicas que esperaban. Aunque estas colaboraciones desinteresadas de artistas son habituales últimamente en el sector teatral, Martínez confiesa que no volvería a utilizar este proceso, por dignidad. «Como nosotros, está todo el mundo igual a nivel económico… y eso que en el mundo teatral pasan cosas interesantísimas».
Oriol Broggi, director artístico de La Perla 29, encuentra en el espectáculo «la manera de hacer de la productora, pero con otra estética», y cree que gustará al público habitual de su programación, a la que aporta «un aire fresco«, con una historia fuerte y chocante «que vale la pena ser contada«.
Texto: Neus Riba
