Josep Maria Pou: "Por desgracia este país ha retirado a muchos intelectuales"

Redacció

Por Oriol Puig / @ori_uri

En Viejo amigo Cicerón, Josep Maria Pou (Mollet, 1944) se mete en la piel del jurista, orador, político y pensador, muerto en el 43 a. C. para defender los valores de la democracia cuando su amigo Julio César quería abolir la legalidad republicana para construir el gran imperio romano. En escena conviven el pasado, Cicerón con su hija Túlia (Miranda Gas) y su escribano, el esclavo Tirón (Bernat Quintana), y el presente, un profesor y dos alumnos que tratan de indagar e investigar sobre la figura del histórico pensador. En una trama escrita por Ernesto Caballero en la cual se puede obtener una lectura contemporánea, con el trasfondo de la situación política española actual. Con esta obra, Josep Maria Pou suma a su extenso currículum otro personaje clave en la creación del pensamiento occidental, de nuevo bajo las órdenes de Mario Gas.

TEATRE BARCELONA: ¿Qué lecciones de vida nos enseña Cicerón?

JOSEP MARIA POU: Que es fundamental respetar las leyes. Su obstinación en conseguir que se respetara la legalidad lo llevó a enfrentarse a su amigo íntimo, Julio César. Conspiró para matarlo, y esto le costó su vida.

¿Una vida dividida entre el poder y la razón?

Es un garante del cumplimiento de la ley a expensas de todo. Representa la defensa de la legalidad como valor moral frente a la degradación del sistema político. Cicerón es un hombre político, un amante y defensor de las leyes y el derecho, un hombre consecuente y capaz de todo por el bien de la democracia que tiene mucho que decir a los políticos de hoy y a la sociedad de hoy.

Un político excepcional.

Un político excepcional en un mundo de mezquinas ambiciones personales, deslealtades y pequeños  trapicheos tan propios de la vida pública desde entonces.

Vaya, que su figura nos permite reflexionar y pensar el mundo de hoy.

Cicerón es un personaje que viene desde la lejana Roma para explicarnos cosas muy útiles que le pasaron hace más de 2000 años. Sus experiencias pueden servir para nosotros como ciudadanos y para una cierta clase política si vienen a ver el espectáculo.

¿La política ha acabado quedándose en manos de quien habla más alto, de quien grita más?

A mi parecer, las palabras de Cicerón durante su destierro al sentirse frustrado por no poder aportar su elocuencia desde la tribuna son aplicables hoy en día, puesto que habla sobre la necesidad del compromiso de los intelectuales en la política. Por desgracia este país ha retirado a muchos intelectuales, gente pensante, catedráticos universitarios que cuando opinan dan razones muy claras pero mucha gente no quiere saberlo ni leerlos.

¿El hombre actual está más conectado que nunca, pero también está más solo que nunca?

Estamos más agobiados y más presionados que nunca con noticias que llegan continuamente, más allá de que sean o no falsas. Por eso, a mi parecer, hace falta un lugar donde concentrarse, pensar, dejarse llevar por el espíritu y otras cosas.

Con esta obra, Josep Maria Pou suma a su extenso currículum otro personaje clave en la creación del pensamiento occidental.

A lo largo de cincuenta años de carrera me han llegado muchos y muy buenos personajes, como este Cicerón, como Sócrates, el rey Lear, el capitán Ahab de Moby Dick o el personaje de ‘La cabra o ¿Quién es Sylvia?’, la obra que protagonicé y que supuso mi debut como director.

¿Por qué personaje daría la vida?

Habría dado mi vida para poder interpretar a Willy Loman en ‘La muerte de un viajante’, al profesor Higgins en ‘Pigmalión’ o Cyrano de Bergerac. Son tres personajes que desde que yo tenía 20 años, cuando empezaba en esto, soñé que algún día podía interpretar. Ya soy excesivamente mayor para estos personajes.

Después de 50 años dedicados al teatro, al público, cogió las riendas del Romea el mes de febrero, pronto hará un año. ¿Satisfecho con la gestión?

El Romea ya tiene prestigio por sí solo, una trayectoria y una tradición. No he hecho grandes cambios, sí que he puesto mi granito de arena, mi personalidad como director, manteniendo un nivel alto de programación. También he querido recuperar lo que se interrumpió por la crisis: establecer sinergias con otros centros e impulsar producciones que el Romea suele no puede hacer. Conseguir la complicidad de España y de Europa es uno de mis retos.

Un temporada caracterizada por grandes retornos.

Presumo de poder contar con Nuria Espert 35 años después de su última actuación al Romea, con este magnífico ‘Romancero gitano’ dirigido por Lluís Pasqual. Después de ‘Casa de muñecas. 20 años después’, Sílvia Munt y Emma Vilarasau, volverán a trabajar juntas a ‘Eva contra Eva’, una comedia de Pau Miró inspirada en el clásico ‘Eva al desnudo’. Clara Segura debutará como directora con ‘Cobertura’, una reflexión sobre el amor en la era digital que protagonizará con Bruno Oro, autor del texto junto a Alejo Levis. Completamos la apuesta por los autores contemporáneos y las producciones propias con ‘Jerusalén’, de Jez Butterworth, con un inmenso Pere Arquillué como protagonista de este canto a la libertad dirigido por Julio Manrique. El ‘shakespeare’ que despedirá la temporada supone otro interesante retorno al Romea: el de Calixto Bieito.

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