Jordi Martínez protagoniza la adaptación teatral del best-seller mundial de John Gray que nos da las claves para entender el sexo opuesto y hacer la convivencia más gratificante.
Paco Mir, componente del trío cómico Tricicle, ha hecho la versión catalana de la obra, con el humor propio de aquí, a partir de la adaptación teatral del francés Paul Dewandre: Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus hace más de siete años que se representa ininterrumpidamente en los escenarios franceses, con más de 1340 funciones realizadas, y se ha adaptado en 7 países más… éxito que esperan repetir en el Poliorama. El equipo catalán ha querido traernos una versión «más positiva y menos seria que la francesa, que tiene momentos excesivamente filosóficos. «Hemos añadido más humor y la hemos hecho más corta y ágil», explica el cómico.
UNA GUÍA PARA ENTENDERNOS MEJOR
Mir destaca que el libro de John Gray ha vendido ya más de 50 millones de copias en todo el mundo, y «si el rio suena, agua lleva», bromea. El texto tiene un ingrediente importante que lo hace especial, y es que son casos reales, «donde la gente aprende». No sólo está dirigido a matrimonios heterosexuales, sino que todo el mundo puede llegar a entender mejor el sexo opuesto… y el propio.
Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus ha hecho cuatro funciones previas en localidades catalanas donde, aseguran, han habido casos de gente que ya ha repetido: «es una obra divertida y familiar. Mucho de mujeres -comenta Mir- y muchas vuelven con el marido… ¡para que aprenda!». Esta parte instructiva, explica el director Edu Pericas, han querido mantenerla: «quizás en algunos momentos son tópicos, pero también hay cosas que seguramente no te habías planteado antes. Llegas a casa con la sensación de haber aprendido algo que hará la convivencia más fácil». La escenografía está formada por unas pizarras, simulando una conferencia ficticia, pero bastante real en casos como el de un hombre que, según cuentan, subió a tomar apuntes al terminar la función.
UN FRONTMAN CONCIENCIADO
Es la primera vez que Jordi Martínez hace un monólogo solo y, para Pericas, es una suerte tenerlo a él de frontman: «es muy payaso, domina muy bien el escenario y lo llena él solo». Martínez, cara conocida de series como Ventdelplà o Kubala Moreno i Manchón (entre otras muchas apariciones), asegura que no interpreta, que no nos explica «la sopa de ajo», si no que es una obra muy realista. «La ventaja es que no te obsesionas por el discurso y puedes soltarte, y eso hace que la gente sonría y ría-apunta el actor- y tenga otras reacciones no previstas». Lo mejor que les han dicho, hasta ahora, es que «pasa volando»: «es lo mejor que te pueden decir sobre un tio hablando solo durante una hora y media», bromea.
Martínez, en la presentación de la obra, ha sumado su voz a los críticos con el iva cultural del 21%, animando al mundo de la cultura a «decir basta de una vez». Acusa al gobierno del PP de cerrar productoras y cargarse puestos de trabajo con estas tasas que se niegan a bajar, aparte del incremento de la entrada que supone para el espectador. Martínez considera la cultura un pilar de la sociedad, como la sanidad y la educación, y sentencia: «Un pueblo inculto es un pueblo esclavo, y pretenden que seamos un pueblo imbécil».
Texto: Neus Riba