A TeatreBarcelona.com hemos realizado un estudio sobre el impacto de la pandemia Covidien-19 en las percepciones y las actitudes del público teatral en Cataluña. La encuesta, realizada a una muestra de 4.270 personas que han visto al menos un espectáculo escénico en vivo durante los doce meses anteriores al cierre de las salas, pregunta sobre cuestiones diversas, como la gestión de las cancelaciones, el papel de las administraciones públicas, la percepción de riesgo en diferentes tipologías de recintos, las medidas higiénicas a adoptar o el interés por formatos escénicos en línea.
Los resultados aportan una dosis de optimismo al sector de cara a la reapertura: el 92,8% del público teatral tiene muchas o bastantes ganas de volver al teatro. El estudio concluye, entre otros, que las consecuencias de la actual crisis sanitaria y económica no repercutirá negativamente en la demanda siempre y cuando haya oferta; que la mayoría de espectadores y espectadoras son conscientes de la grave la afectación de la crisis sobre el sector de las artes escénicas y que, en este sentido, casi la mitad estaría dispuesto a comprar entradas ‘a ciegas’ para apoyar el sector ; y que la percepción de riesgo de contagio en un teatro es moderada en comparación con otros espacios o eventos donde se congregan un número elevado de personas.
Confianza en una próxima reapertura y defensa de un sector en riesgo
El público se muestra optimista de cara a la ‘nueva normalidad’ teatral. 3 de cada 4 espectadores (72,0%) cree que los teatros estarán abiertos de nuevo y como tarde, después del verano y sólo una pequeña parte espera que la reapertura se no produzca hasta principios de 2021. Después de tres meses de cierre de los espacios escénicos, y con una lenta reactivación de las representaciones liderada por los festivales Grec y Cruïlla, la Sala Beckett y el Poble Español, la mayoría de espectadores (92,8%) se muestra con muchas o bastantes ganas de volver al teatro. Una gran mayoría (83,4%) afirma que no dejará pasar mucho tiempo desde la apertura de las salas para volver a ocupar una localidad.
A pesar de las previsibles consecuencias de la crisis sanitaria y económica, la previsión de la mayoría de espectadores (74%) es que durante el próximo año la frecuencia con la que asistirán al teatro se mantendrá en términos cuantitativos. Entre la pequeña parte que creen que consumirán menos teatro (12,3%), los principales motivos son la preocupación por su salud y la situación económica familiar.
La emergencia para proteger los espacios escénicos, tras el cierre del Club Capitol y La Vilella o la amenaza que se cierne sobre el Antiguo Teatro, también preocupa al público. El 81,4% de la muestra cree que habrá salas que se verán obligadas a cerrar a consecuencia de la crisis.
También hay consenso en la percepción que el sector teatral ha sido uno de los sectores económicos más damnificados por esta crisis (62,0%) y que ha faltado apoyo institucional (65,6%), hay que tener en cuenta que gran parte de las entrevistas se realizó antes de la publicación de los paquetes de ayuda específicos para el sector cultural de la Generalidad de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona.
Los teatros se perciben más seguros que las discotecas, salas de conciertos, el transporte público o los bares y restaurantes
Los teatros, auditorios y cines se perciben como espacios con un riesgo de contagio moderado y quedan bien situados en relación con otros espacios o recintos que acogen eventos multitudinarios, como salas de conciertos, discotecas, transporte público, eventos deportivos, gimnasios o bares y restaurantes.
En cuanto a las medidas de seguridad e higiene para prevenir el riesgo de contagio, no hay grandes diferencias entre las normas que los espectadores valoran personalmente y las que creen que aplicarán los teatros. Las más destacadas son: la desinfección de salas entre funciones, la reducción de los aforos y, en menor medida, la gestión de los accesos o que el recinto facilite elementos de protección individual.
Preguntados por el papel de los teatros públicos en el desconfinament escénico, al 54,3% no le parece prioritario que los teatros públicos abran antes de que los privados para poner a prueba protocolos y medidas de seguridad. Eso si, habrá unidad de acción en todos los equipamientos: el 80,7% no entendería que cada teatro aplicara diferentes protocolos para garantizar la seguridad de los espectadores. Por otra parte, la mayoría cree que los espectadores respetarán las normas establecidas para hacer del teatro un espacio seguro para todos.
Respecto a la percepción de seguridad en función del aforo, sólo el 9,6% de los encuestados se sentiría más seguro en un gran teatro que en una sala pequeña porque tienen más recursos económicos. Tampoco los pequeños aforos de las salas de proximidad serían un factor decisivo en la percepción de riesgo. Sólo el 17,3% se sentiría más seguro en una sala pequeña que en un gran teatro por el hecho de compartir espacio con menos personas.
La nueva normalidad teatral: nuevos formatos, flexibilidad y tickets abiertos
El público teatral considera que la crisis derivada de la Covidien-19 es una oportunidad para el sector de las artes escénicas para innovar en nuevos formatos o nuevos espacios (84,7%). Esto creen los espectadores teatrales, que se muestran divididos en el interés por el teatro en formato digital. La posibilidad de ver teatro en formato digital, despierta más interés en los segmentos de espectadores más jóvenes, de los 18 a los 24 años (67,8%) y menor interés entre los mayores de 65 años (49,4%).
La política de precios para la nueva temporada es una cuestión controvertida. No hay acuerdo respecto a si los teatros deben bajar los precios de las entradas para animar a los espectadores a volver a los teatros y tampoco sobre si los precios deben subir para compensar las inversiones en medidas de seguridad y recuperarse de la impacto de los meses de cierre.
Fórmulas de venta como abonos y tickets abiertos se verían con buenos ojos. El 49,1% de las personas encuestadas compraría una entrada sin saber para qué espectáculo en concreto, si de esta manera diera apoyo al sector de las artes escénicas para superar este momento de parada.
Ante eventuales rebrotes de la pandemia, las personas encuestadas entenderían que se les impidiera la entrada al recinto en caso de mostrar síntomas evidentes, y se les gestionara un cambio o devolución del importe abonado (66,1% de acuerdo). También piden flexibilidad en las salas ante imprevistos vinculados a la salud. El 84,5% del público vería imprescindible que se garantice el retorno del dinero o cambio de entradas ante cualquier incidencia personal justificada.
Buena gestión de la crisis
Aunque cientos de funciones suspendidas y miles de espectadores afectados, los resultados apuntan a que en general el sector teatral ha sabido superar de forma satisfactoria este episodio en relación con la atención a los espectadores. La mayoría de los espectadores (52,4%) se han visto afectados por las cancelaciones derivadas del cierre de los teatros como medida de contención de la pandemia, en la mayoría de estos casos (53,6%) la incidencia s ha resuelto con el reembolso del importe de las entradas y, en cualquier caso, una amplísima mayoría (81,5%) se muestra satisfecho con la solución. Se identifica sin que, hoy en día, un 11% de los espectadores están pendientes de solución.
Los resultados se han obtenido de las respuestas registradas entre el 2 y el 15 de junio del cuestionario digital autoadministrado de un total de 4.270 personas espectadoras de teatro y mayores de dieciocho años. Para definir este criterio se han considerado personas que han visto al menos un espectáculo teatral en los doce meses anteriores a la suspensión de funciones derivada de la pandemia del Covidien-19.