El Festival de Marionetas de Barcelona celebrará su 15 edición el fin de semana del 22 y 23 de marzo, y lo hará, además, con muchas novedades. El encuentro titiritero más esperado en el panorama cultural catalán prevé atraer a nuevo público familiar para disfrutar de este arte escénico milenario desde una perspectiva contemporánea.
Desde el nacimiento de este proyecto, en 1999, el festival ha experimentado grandes cambios y reinvenciones para mantener viva la cita hasta nuestros días. Eso sí, sin cambiar nunca su sede, el Poble Espanyol. El espacio, que tiene un gran vínculo histórico con el mundo titiritero, vio nacer esta concentración cuando una artesana que regentaba el taller de creación y venta de marionetas de este recinto decidió organizar una jornada festiva. Este evento, que inicialmente sólo se hacía por la mañana, creció hasta ocupar todo el día, atrayendo a más de 15.000 familias y 70 compañías en sus primeros diez años. En 2010, el encuentro se transformó en un festival con mayor alcance, incorporando una programación más internacional. A pesar del prestigio que esto suponía, no se logró la sostenibilidad deseada y, en 2013 se decidió transformar el encuentro en una cita más pequeña y local con el objetivo de recuperar el espíritu de las concentraciones iniciales. Un formato que ha funcionado hasta la actualidad.
Imagen de la 14ª edición del festival. Imagen: Julieta Feroz
Una programación que hace dialogar el pasado y el futuro
En esta edición, la dirección ha decidido dar un tercer giro a la cartelera del festival. Si bien las compañías locales y el público familiar todavía son el eje central, este año existe una clara apuesta por la diversidad de estilos. Una programación comprendida por espectáculos locales, nacionales e internacionales tanto de compañías consolidadas como emergentes. Es así como el festival pretende combinar la innovación con la tradición, jugando con la mezcla de títeres de hilo, títeres de guante catalán, teatro de objetos, danza e incluso pompas de jabón. Además, este año el criterio del público cuenta, ya que podrá decidir cuál es el mejor espectáculo de la edición.
Este enfoque quiere ser una oportunidad para visibilizar a los títeres, construyendo así un punto de encuentro y creatividad también para los profesionales de este sector, que dispondrán de espacios para intercambiar impresiones y conocimientos.
Imagen de la 14ª edición del festival. Imagen: Julieta Feroz
El valor de un encuentro histórico
En los años cuarenta, cuando todavía no se había celebrado ninguna concentración, las manos de Sebastià Vergés Prats ya daban vida a los primeros títeres que se representaban en el Poble Espanyol. Vinculada al festival desde el inicio, esta saga familiar con ciento quince años de historia, se ha convertido en la compañía titiritera activa más antigua de Cataluña. Actuar en este festival les hace sentirse como en casa. Además, este año con la obra El retorn dels putxinel·lis modernistes, el nieto de Sebastià retrocede un siglo en el tiempo y recupera personajes clásicos del repertorio familiar, como Perico, Marieta o Demoni Banyeta. Así es como la riqueza de este festival presenta nuevas creaciones y, al mismo tiempo, recupera legados culturales de alto valor histórico como el que propone la compañía Titelles Vergés.
La familia Vergés actúa en la plaza Mayor del Poble Espanyol, año 1940
A medida que el teatro de figuras evoluciona, el festival crece y se transforma manteniéndose fiel a sus orígenes y aportando nuevas propuestas creativas que emocionan y conectan a generaciones. Este año, aterriza en el Planeta Marioneta y disfruta de obras destacadas como Bichos do Brasil (Pia Fraus) o Rats! (campi qui pugui). Habrá más de 46 funciones a cargo de 13 compañías, así como talleres de artesanía, juegos tradicionales y food trucks. Toda una experiencia que hará vibrar el arte titiritero en cada rincón del Poble Espanyol.
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