Algunas comedias tienen el don de mantener intacta su vigencia a pesar del paso del tiempo. Esta temporada, Barcelona recupera dos que lo ejemplifican plenamente: Pel davant i pel darrera y El Tenoriu. Dos propuestas que, aunque parten de registros muy distintos, comparten una misma esencia: son espectáculos populares detrás de los cuales se encuentran dos almas del Tricicle —Paco Mir y Carles Sans— que siguen poniendo el oficio y la comicidad al servicio del espectador.
Pel davant i pel darrera (título original: Noises Off, de Michael Frayn) se ha convertido en un clásico contemporáneo de la cartelera catalana. Es una farsa de enredos metateatrales —teatro dentro del teatro— en la que una compañía desastrosa intenta representar una obra. Estrenada por primera vez en Cataluña en 1985 en el Teatre Condal, ha tenido múltiples remontajes de éxito en el Teatre Victòria y en el Goya (1996), y posteriormente en el Borràs (2002, 2010 y 2018). Ahora, en el marco de su 40 aniversario, regresa al Borràs a partir del 25 de septiembre con una versión actualizada que, como en ocasiones anteriores, firma Paco Mir. Una mirada fresca y renovada de este clásico, con una puesta en escena ágil y fiel al espíritu original, y con un reparto de primer nivel que incluye nombres tan solventes como Jordi Banacolocha, Agnès Busquets, Jordi Díaz, Meritxell Huertas o Jordi Vidal, entre otros.
Paralelamente, El Tenoriu recupera otra tradición catalana: la versión paródica del Don Juan Tenorio que Mary Santpere y Joan Capri popularizaron en los años 70. Durante décadas, el clásico de Zorrilla se representaba por Todos los Santos como un ritual teatral vinculado a la muerte y al más allá. En nuestro país, esta práctica adquirió un tono más humorístico gracias a adaptaciones libres y costumbristas como la de estas dos figuras míticas de la escena cómica catalana. Ahora, bajo el sello de El Terrat, el texto se revisita con dramaturgia de Israel Solà, integrante de La Calòrica, y dirección de Carles Sans, fundador de Tricicle. La propuesta, que reúne por primera vez en escena a Sílvia Abril y Andreu Buenafuente, parte de una pesadilla en la que dos espíritus escénicos del pasado reclaman que se retome aquella tradición. A partir de ahí, se despliega una comedia que combina verso clásico y gags contemporáneos, crítica lúdica y situaciones absurdas. Tras estrenarse en el Poliorama, la obra regresa al Teatre Coliseum a partir del 4 de noviembre.
Estas comedias no vuelven solo por nostalgia. Lo hacen porque funcionan. Porque, detrás del gag y la parodia, hay una manera de hacer teatro que conecta con el público. Un humor reconocible y vivo que transforma cada función en una fiesta colectiva.
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