NUEVA DIRECCIÓN EN EL MERCADO DE LAS FLORES

Cifuentes asume el reto de levantar el telón sin teatro, en la nueva etapa del Mercat de les flors

Jordi Bordes Castells

El reto de María José Cifuentes, la nueva directora del Mercat de les Flors, es meritorio. Asume el cargo cuando el edificio tiene fecha de cierre por reformas la próxima temporada. Actualmente, programa prácticamente solo en la Sala MAC. Las obras deberán completarse en 2029, coincidiendo con el centenario de la Exposición Universal de Montjuïc, cuando el teatro reabrirá sus puertas.

María José Cifuentes

Gestora cultural con una larga trayectoria en Chile desde 2013, defiende que la danza gane mayor presencia en la vida cotidiana (“poner al público en el centro” es un lema que la define). Puede ser en la calle, en los museos o en las bibliotecas. También busca complicidades con otros equipamientos de la ciudad —principalmente el Lliure y el TNC— para que acojan parte de su programación. Es entusiasta. Celebra el trabajo realizado por Cesc Casadesús (2005-2016) y Àngels Margarit (2016-2025). A punto de cumplir 45 años, ha visto cómo ambas direcciones han permitido iniciar la trayectoria de un buen número de artistas catalanes con proyección internacional. Y celebra ese talento.

Quiere reforzar la línea de producción que abrió Margarit con Cèl·lula (hasta el domingo se representa Faula, de Roser López Espinosa, precisamente). Ha iniciado un camino de colaboración con los grandes equipamientos culturales de Cataluña, también fuera de Barcelona. “Tengo su sí”, asegura. Ahora toca orquestar cómo compartir este proyecto, que irá más allá de programar funciones, con el apoyo del Pla d’Impuls de la Dansa.

‘Faula’ de Roser López Espinosa

Habitual en el trabajo en red desde proyectos latinoamericanos, considera que ha llegado el momento de abrirse a otros equipos europeos con mayor solidez. También a ser permeables a la danza africana y latinoamericana. ¿No es un doble salto mortal buscar coproducciones internacionales cuando no se dispone de teatro propio para acoger los intercambios? Puede ser una buena opción —responde convencida— que las compañías estrenen fuera y lleguen a Barcelona con la producción avalada internacionalmente.

Efectivamente, la mejor manera de garantizar la continuidad del Mercat de les Flors es conseguir que la actividad no se detenga. Ahora espera el apoyo de los artistas (es necesario repensar continuamente cada pieza en espacios que pueden variar), de los teatros (como principal referencia de la danza en Cataluña, deberían atender la demanda de otros equipos en estas circunstancias) y de las instituciones (“actuar sin espacio implica alquilar más material; eso es más caro”, advierte). Cree más en establecer redes con festivales como los de Valencia y Cádiz que en que el Ministerio se dedique a subvencionar según el DNI español de los artistas programados. (Por cierto, confía en terminar el curso atendiendo a la prensa en catalán; de momento, responde con soltura a las preguntas en este idioma).

Las instituciones parecen comprometidas a financiar las obras para que la inauguración se produzca en 2029. Ese es el deseo de todo el equipo del Mercat: superar este desierto con la confianza de que se construirá un teatro válido para los próximos 50 años.

¿Cómo será la Sala MAC?

“Será mejor”, resume. Simplificará el movimiento de gradas y escenario. Si en 2016 Cesc Casadesús realizó una intervención para mejorar la maquinaria de la Sala MAC —con una mejora en la estructura de iluminación—, ahora se llevará a cabo una actualización del sistema de audio. Hoy, la escalera hacia la Pina Bausch ha desaparecido para garantizar un desplazamiento cómodo y seguro del público. Esta mejora, junto con pequeñas adaptaciones en la Pina Bausch, permitirá un mejor aprovechamiento de este espacio.

Cifuentes quiere tejer red con el Graner, la fábrica de creación gestionada por el Mercat, y también con la Caldera. Se muestra entusiasmada por las nuevas oportunidades que le ofrecen los museos. Plantean desembarcar en los espacios cedidos como quien organiza una fiesta, de una casa a otra. Es cansado, pero resulta seductor por la diversión y la posibilidad de descubrir nuevo público.

No le resulta ajeno. Uno de sus últimos proyectos fue dirigir el Centro Cultural Gabriela Mistral, de 22.000 metros cuadrados, con un escenario de 1.800 localidades junto a salas de artes visuales, danza, circo, música clásica y popular, y salas de conferencias.

El reto de Cifuentes en Barcelona es meritorio. La mochila que trae de Chile le da los recursos para atreverse con ello.

Descubre toda la programación del Mercat de les Flors aquí.

Escrito por

Redactor de artes escénicas de El El Punt Avui e impulsor de la plataforma de críticos Recomana

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