Carmen Machi protagoniza La autora de Las meninas, un texto del director y dramaturgo Ernesto Caballero que se sitúa en un futuro cercano cuando, debido a la enorme deuda externa del país, un nuevo gobierno populista se plantea vender las grandes obras pictóricas del país a monarquías extranjeras.
Situémonos. Estamos en el 2037, la Unión Europea ha desaparecido y España, que ha vuelto a la peseta, está gobernada por un nuevo partido, Pueblo en pie. Un partido populista que ha prometido salir de la crisis financiera que sacude Europa. Y lo quiere hacer, después de un pacto contra natura con el PP y el PSOE, vendiendo el patrimonio artístico del país a monarquías enriquecidas gracias al petróleo. «Es así como la protagonista, Sor Angela, una afamada monja copista, recibe el encargo de realizar una copia exacta de Las Meninas de Velázquez para poder conservar el Museo del Prado. La monja, acompañada de la recién nombrada directora del museo (Mireia Aixalà) y un guarda de seguridad que esconde unas cuantas cosas (Francisco Reyes), se verá atrapada en medio de un cruce de intereses que acabará transformando por completo su personalidad.
«Tenía ganas de hablar de la relación de los Estados con el patrimonio artístico y cultural y la función del artista en nuestros días», explica el autor y director. Y lo hace, dice, con una mirada «socarrona y divertida» que muestra «el callejón sin salida en el que nos encontramos actualmente» y la evolución que ha sufrido el arte desde las vanguardias hasta hoy.
«La obra presenta una hipotética sociedad liberada finalmente de toda necesidad artística o humanística donde no tiene sentido una actividad improductiva como el arte es asumido abiertamente por las formaciones políticas de izquierdas y derechas». Caballero, que actualmente es el director artístico del Centro Democrático Nacional, se cuestiona así un tema que quizás no es tan lejano. «Sólo hay que ver como a los debates electorales no se habla ni dos minutos de cultura».
El HÁBITO HACE LA MONJA
Carmen Machi, que se mostró satisfecha de estrenar la obra en Barcelona y de volver el Teatro Goya, elogia el texto de Caballero. «La suya es una escritura de alto nivel. La admiro profundamente porque no sólo tiene un gran componente intelectual, sino también mucho rock&roll. Es una obra muy popular, en el buen sentido, con un nivel de juego teatral sorprendente». En cuanto a su papel, la actriz lo describe como «un caramelo muy bien envuelto», un regalo en el que se ha sentido muy cómoda. «Tengo que reconocer que el hábito sí hace la monja. Ponérmelo me ha dado serenidad. A mí, que me gusta trabajar de fuera hacia dentro, me va muy bien. Aunque también me he dado cuenta de que, cuando te revolucionas, te sobra el hábito».
Inspirado en la pintora Isabel Guerra, Caballero explica que decidió que la protagonista fuera monja porque quería que representara una «actitud artesanal», que se abstuviera de «la dependencia de la vanidad». Y es que la obra también aborda la cuestión de la lucha por la autenticidad, la vanidad y la abstracción de los artistas. «La obra no reivindica esquemas del pasado, pero sí que pone el foco en cómo la lucha por la autenticidad, cuando no se la domestica, genera actitudes vanidosas». El vigilante de El Prado, nos cuenta, intenta convencer constantemente la monja copista que haga una obra original y cuando ella se da cuenta que puede hacerlo, y que puede firmar un cuadro, todo cambia.
Texto: Mercè Rubià
Espectacular.
Una obra estupenda.
Super critica con la sociedad actual, pero con una base de humor muy buena