Contracciones, obra del conocido autor británico Mike Bartlett, es un proyecto conjunto de las actrices Candela Peña y Pilar Castro que nace de la necesidad de trabajar: «A partir de cierta edad es más complicado que te lleguen papeles», asegura Castro: » Bien, en general, como actriz casi siempre es difícil”. «Yo vengo de un momento audiovisual excelente donde el sistema se ha llevado muy bien conmigo, pero de repente han dejado de llamarme», dice Candela Peña, y añade: «Al final, quería trabajar y pensé : no te quedes con esa sensación de que eres una herramienta para los demás: actívate y haz algo». Y se pusieron manos a la obra. Las actrices tenían claro que querían que «el director fuera muy brillante, con una opinión y mirada muy concreta», alguien con quien empezar desde cero. «Gracias a dios, en la plaza de San Ildefonso de Madrid, haciendo un café con leche, salió el nombre de la persona: Israel Solá de La Calórica», recuerda Candela Peña.
El espectáculo transcurre en una realidad distópica con fuertes guiños a la actualidad y reflexiona sobre los límites que se pueden llegar a sobrepasar para conservar un trabajo. El montaje estará a partir del 26 de abril en el Teatre Borràs, después de haber triunfado en la cartelera madrileña.
Teatro Barcelona: En la pieza el miedo tiene un gran protagonismo. ¿Por qué se tiene tanto miedo a perder un trabajo ya emprender la búsqueda de otro?
Pilar Castro: Porque estamos totalmente manipulados por la información. Hay mucho miedo, incienso la televisión y te acojonas vivo. Nos están atemorizando desde hace mucho tiempo, parece que no hay salida.
Israel Solá: «Que habrá recesión, ¡prepárate!». Claro, si en todas las noticias nos cuentan cosas malas… Quizás no te apetece un trabajo concreto, pero sabiendo que la cosa está tan mal, ¿cómo rechazas un trabajo? Yo era cartero y trabajaba en correos y recuerdo que cuando vivía con mis padres era cuando me sentía más libre. Si una persona se siente libre y no teme, puede ver mejor qué está bien o qué está mal y defenderlo.
Candela Peña: Y en otros casos, por supuesto, por necesidad. Hay gente que tiene mucho miedo en el sistema, a expresar su opinión y ser juzgada. A la gente le da miedo decir quién es.
Pilar Castro y Candela Peña protagonizan ‘Contracciones’
En vuestra profesión es muy común que haya épocas de poco trabajo. ¿Algún consejo para aquellas personas sin trabajo o que están pensando en cambiarlo?
C.P.- Deberíamos respetarnos y tomar las riendas de nuestra vida. Hay veces que damos muchas culpas a otros, pero no es solución instalarse en la queja, en la pena o colocar nuestra vida en manos de los demás. Haz algo, actívate en algo. Sal a la calle, pasear y déjate impregnar por lo que sea. Todos podemos hacer algo por nosotros mismos, más de lo que hacemos.
P.C.- Lo primero es conectarnos; creo que estamos muy desconectados de nosotros mismos y entonces nos dejamos llevar por cosas que no nos interesan. Debemos conectarnos con nuestra esencia, saber qué es lo que queremos y entonces tomar decisiones respetándonos a nosotros mismos.
El personaje de Pilar Castro interpreta a una jefa de cuya oficina no se sabe nada. En un momento de la obra, simbólicamente, se pone en entredicho, incluso si tiene un nombre. ¿Cómo ha sido el proceso de creación del personaje?
P.C.- El personaje me parece fascinante, pero me ha costado mucho llegar a lo que quería Isra. Me siento muy alejada, es muy diferente a mí. Estoy muy contenta de lo que creo porque me da unas herramientas como actriz que no tenía. También hemos descubierto que mi personaje en el fondo admira al de Candela. Es una relación de maltrato y en este tipo de relaciones existe un amor malentendido.
I.S.- Al principio Pilar se ponía nerviosa porque tenía poco arco pero no, su arco es mantenerse cuando es imposible hacerlo, cuando todo el mundo está empatizando con el personaje de Candela. Es fácil entenderlo cuando piensas que el personaje de Candela es cómo era el de Pilar años atrás. Ella es el personaje que ya ha pasado por el proceso que plantea la obra: un personaje totalmente absorvido que entiende que éstas son las reglas del juego.
Pilar Castro interpreta a la jefa de una oficina de una multinacional y, Candela Peña, una de las empleadas.
Candela, ¿cómo es como intérprete transitar por cada una de las etapas de Emma?
C.P.- Pensaba que mi personaje era más sumiso de entrada, más ‘buena empleada’, pero el planteamiento de Isra ha sido construir una mujer con más energía, más contestataria, una tía brillante que arranca con mucha luz. Ese clic que hace el personaje, a medida que avanza la obra, es el que a mí me ha costado más trabajar. Además, en poco tiempo pasamos de nada a unos estados muy elevados, ésta es la dificultad máxima que tiene el montaje.
Candela Peña: «Como reto interpretativo en mi carrera ha sido el más complicado»
Nos encontramos ante un texto complicado interpretativamente, muy picado, con un ritmo frenético y donde el silencio aporta mucha información. ¿Cómo ha sido el reto de trabajarlo?
C.P.- Muy difícil de hacer. Como reto interpretativo en mi carrera ha sido el más complicado. Y me encanta, ¡es todo un reto! Son catorce escenas que parecen catorce piezas de microteatro que deben seguir un orden y cada una con un estado de ánimo distinto que debemos respetar. Por nosotros ha sido muy complejo.
P.C.- Y estamos muy expuestas, por lo que es fácil juzgar tu trabajo en escena. Tenemos muy pocas acciones para cogernos y esto hace que tengamos que cogernos una a otra. Israel Solá nos decía: ¡juntas, juntas! Pero era muy complicado estar juntas por todo lo que hacen nuestros personajes.
I.S.- Para mí ha sido importantísimo trabajar el ritmo. También valorar un equilibrio entre cuánto thriller, cuánto comedia y cuánto humor negro. Me he decantado por una propuesta bastante valiente, pulsando la extrañeza de la situación, dejando que salga la comedia y, a medida que avanza la obra, llevándolo a algo sucio, rasgado, con mucha pasión en escena.
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