El Teatro Poliorama se prepara para recibir de nuevo, del 4 al 15 de junio, Non Solum, el monólogo de éxito de Sergi López y Jorge Picó. Veinte años después de su estreno, la pieza vuelve una vez más con su particular mezcla de humor, reflexión y un juego escénico que ha cautivado al público cada vez que se ha representado.
López, solo en escena, se multiplica en decenas de personajes para intentar responder a la pregunta: “¿Qué pasa aquí?”. Con una escenografía austera que se reduce a una caja de madera y unas gafas de plástico, el actor despliega una exhibición de humor, absurdidad y filosofía teatral e invita al público a realizar un trayecto lleno de situaciones excéntricas y momentos inesperados. «La risa es un arma brutal», destaca López, que también lo reivindica como una herramienta necesaria para entender el mundo ya nosotros mismos: «El humor nos ayuda a digerir la realidad, a mirarnos con perspectiva ya sobrevivir en medio del caos».
Estrenado en el Festival Temporada Alta en 2005, Non Solum ha estado representado en más de 900 ocasiones y en varias lenguas, entre ellas el francés y el castellano, llegando a escenarios de Europa y América Latina. Su calidad y originalidad le han valido reconocimientos como el premio Max al mejor texto en catalán y el Fotogramas de Plata al mejor actor de teatro.
«Nos gusta llevar al público hacia un sitio excéntrico y surrealista»
El dramaturgo y codirector de la obra, Jorge Picó, destaca la sencillez y la esencia del proyecto: «Nos gusta llevar al público hacia un lugar excéntrico y surrealista, con una escenografía minimalista donde un sillón o una cuchara pueden ser suficientes para crear todo un universo». Esta filosofía teatral, heredera de la commedia dell’arte y el teatro físico, se refleja en la forma en que López construye sus personajes, haciendo de cada gesto y cada palabra un elemento indispensable de la narración.
Un espectáculo vivo
«¡Es como si ahora lo estrenara!», afirma Sergi López: «Non Solum ha ido cambiando conmigo a lo largo de los años, y ahora es más concentrado, dinámico y esencial». Sin embargo, los años no sólo han confirmado que sigue siendo un espectáculo vigente, sino que sigue conectando con el público de hoy. “Es brutal eso que nos ocurre: en algún momento parecía que Non Solum había muerto, pero está viviendo una tercera, cuarta y quinta juventud”, explica Picó. La obra, que juega constantemente con el diálogo entre sus personajes, es un homenaje a la polifonía teatral ya la capacidad del actor de reinventarse en cada función.
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