Del 10 al 21 de septiembre, el Teatro Apolo albergará el Gran Circo Acrobático de China, una superproducción que combina acrobacias de alto nivel con una narrativa de tono fantástico pensada para todos los públicos. Más de treinta artistas —incluyendo gimnastas medallistas olímpicos y antiguos miembros del Cirque du Soleil— dan vida a una historia llena de magia visual, donde un niño soñador entra en un mundo marino e irreal y conoce a un hada fénix que le salva de ahogarse y le acompaña en un viaje lleno de aventuras, jardines. El espectáculo, dividido en cuatro actos con interludio, combina números de equilibrio, vuelo acrobático, clown y danza, con una puesta en escena exuberante y milimétricamente coreografiada. Una propuesta visualmente impactante y de ritmo ágil, ideal para todas las edades.
Pocos días después, del 25 al 28 de septiembre, será el turno de Wolf, la nueva creación de Circa Contemporary Circus, en el Teatre Coliseum. La compañía australiana, con sede en Brisbane y reconocida en todo el mundo por redefinir el lenguaje del circo contemporáneo, presenta un espectáculo de gran formato que fusiona acrobacia extrema, danza contemporánea y teatro físico. Dirigida por Yaron Lifschitz, Wolf explora la figura del lobo como metáfora del yo más instintivo e indomable. Diez intérpretes de altísima exigencia física se mueven por el escenario en una coreografía animal y visceral, acompañados por la música electrónica del DJ Ori Lichtik. La energía cruda, la complicidad del grupo y la constante tensión entre caos y control convierten a Wolf en una propuesta emocionalmente potente, pensada para espectadores amantes del riesgo escénico.
Dos citas ineludibles para los amantes de las artes circenses que, lejos del modelo tradicional de carpa, reivindican el teatro como espacio para el riesgo, la belleza y el impacto visual.
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