Dicen que los cisnes, una vez se emparejan, lo hacen para toda la vida… a pesar de que, quizás, no es más que una leyenda urbana. Como, quizás también, la monogamia en los seres humanos. Éste es, más o menos, el terreno que, entre el sentido del humor y la crítica antropológica, transita la Companyia El Martell en este espectáculo tan divertido y gamberro como interesante. Con dramaturgia y dirección de Laia Alsina Ferrer, el montaje consigue hacer un recorrido por los diferentes prejuicios sociales sobre las relaciones de pareja, amorosas y sexuales para ponerlos en evidencia y demostrar hasta qué punto ciertas convenciones pueden llegar a ser tóxicas. Junto con su segundo espectáculo, Ah! (Judit), el grupo, poco a poco, está consiguiendo crear un estilo propio bastante atractivo basado en la sátira con espíritu de denuncia política, la expresión corporal, humor absurdo y una cierta poética. En esta ocasión, el tono está muy bien equilibrado, consiguiendo ser ambicioso pero también desenfadado, a pesar de que, por acumulación de ideas, puede llegar a saturar al espectador y sentirse algo disperso. En cualquier caso, la propuesta se aguanta muy bien, gracias a un solvente grupo de actores y actrices, tiene momentos hipnóticos y construye metáforas metateatrales muy sugerentes que entroncan directamente con el tema en relación a los papeles que, a veces, nos tocan hacer a la vida.
¡Enlace copiado!