Teatro de tesis

Viejo amigo Cicerón

Viejo amigo Cicerón
26/10/2019

Ya hace un tiempo que tanto Mario Gas como Josep Maria Pou -juntos o por separado- están interesados en un teatro que apuesta por el pensamiento, por el discurso y las ideas. Probaron suerte con Sócrates, juicio y muerte de un ciudadano y ahora lo hacen con este retrato de Cicerón, homenaje claro a su vida como político y a su oratoria. Es cierto que a pesar de recurrir a personajes de la antigüedad, actor y director son conscientes del reflejo que estas historias tienen en el momento político y social que nos toca vivir. De hecho, el texto de Ernesto Caballero elige muchas frases y arengas del filósofo que podrían haber sido pronunciadas a día de hoy. Un texto interesante, pero que parte de una excusa dramática un poco pobre y que acaba abrumando al público con un alud de datos, citas e ideas que quizás requerirían una lectura pausada y una digestión más lenta.

En cuanto al montaje de Viejo amigo Cicerón, justo es decir que se han buscado todos los recursos posibles para hacer más ágil la disertación. Se ha optado por un vistoso decorado que reproduce una biblioteca, se han creado escenas oníricas que rompen el relato y, por supuesto, se ha construido un vehículo todoterreno por el lucimiento de Josep Maria Pou. Aun así, la maquinaria se hace pesada y, a ratos enseña un poco las costuras. Es un teatro que, evidentemente, tiene su público, pero que a mí no me atrapa ni me emociona.

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