Una historia del Levante

Valenciana (la realitat no és suficient)

Valenciana (la realitat no és suficient)
02/07/2019

La dramaturgia catalana, que ya se quitó los complejos del género (thriller, ciencia ficción) a principios del siglo XXI, ha empezado, recientemente, a atreverse también a abordar temas autóctonos que, a pesar de su delicadeza, son un gran material para explicar nuestra esencia e identidad colectiva. Jordi Casanovas es un gran artífice de la superación de estas barreras, atreviéndose a escribir obras en torno al caso Bárcenas o el juicio de La Mandada (Jauría) desde una mirada al estilo anglosajón que hace universal lo particular. Ahora, Casanovas ha tenido el acierto y la valentía de escribir sobre el crimen de Alcácer, un caso que hizo tambalear nuestras conciencias, especialmente, por el tratamiento morboso que hicieron los medios de comunicación hace ya más de 25 años.

Lo mejor de Valenciana, sin embargo, es que sabe ir más allá de este terrible suceso y trata de hacer una radiografía de toda una época (los 90), un territorio (el Levante español) y casi una manera de vivir y entender el mundo. Casanovas lleva un paso más allá al teatro documental y aspira a construir la gran historia valenciana como ya hizo con Cataluña en Una història catalana o Vilafranca. La propuesta es inteligente y elaborada, sabe jugar con el misterio, el sentido del humor y el drama con cierta habilidad pero, sobre todo, no le falta ninguno de los elementos que mejor definen aquellos tiempos. Desde la ruta del bacalao hasta la corrupción política, la pieza es un gran viaje al que, quizás, le han faltado medios o presupuesto para lucir, sobre el escenario, al nivel que un punto de partida tan ambicioso requería. Por otro lado, la mezcla entre ficción y realidad resulta, a veces, algo confusa y ciertas tramas acaban siendo hasta cierto punto prescindibles. En cualquier caso, a pesar de la pobreza de algunos momentos, el texto es evocador y poderoso y, en general, el reparto hace un buen trabajo interpretativo, cosa que sostiene un montaje que merecía haber logrado una excelencia formal de la que, finalmente, ha quedado lejos.

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