Interesante premisa inicial

Una història real

Una història real
31/10/2019

Empieza a ser un poco inquietante que los textos del programa de mano nos quieran vender un espectáculo diferente al que vemos después encima del escenario. Entré al teatro con la expectativa de ver una historia que nos hiciera reflexionar sobre el ascenso de la ultraderecha, pero más allá de la interesante premisa inicial el tema se diluye o queda excesivamente camuflado por una trama que se bifurca y crea otros caminos. Es cierto que Pau Miró prefiere la sutilidad al exceso, o a la desmesura, pero creo que aquí peca de prudente y no se moja de la forma que muchos esperábamos. Transforma la historia del hijo supuestamente supremacista en una especie de confrontación padre e hijo que, finalmente, acaba de forma bastante convencional. Y todo esto en medio de una trama editorial y de una interesante, pero tímida, reflexión sobre el proceso de escritura y la literatura dentro de la literatura. Una trama caleidoscópica que, en algún momento, nos recuerda a El chico de la última fila, de Juan Mayorga, a pesar de que la ambición y también los resultados sean menores.

Las interpretaciones de todos los intérpretes (Julio Manrique, Laura Conejero, Mireia Aixalà y Nil Cardoner), como era de esperar, son solventes y garantizan la naturalidad que la función necesita. Nada está fuera de lugar, e incluso el espacio escénico resulta tan nítido como aséptico. Un espectáculo, pues, en el que quizás le falta el riesgo que se le pretendía. Un espectáculo bien escrito que gustará a un público sin expectativas, o que directamente no lea los programas de mano.

← Volver a Una història real

¡Enlace copiado!