He leído últimamente que Cheek by Jowl es una de las mejores compañías de teatro del mundo y que Declan Donnellan, más que un director, es una leyenda. Evidentemente, todo esto está sujeto a gustos y cuestiones subjetivas, pero de lo que uno puede estar seguro cuando sale de ver Ubu Roi es que lo hace consternado y con una extraña sensación de haber sido removido por dentro. Supongo que tiene mucho que ver el tratamiento que Donnellan da a la obra de Alfred Harris, consiguiendo que veamos la grotesca historia de Ubu por debajo de otra realidad que nos es mucho más cercana. Creo que el hallazgo es excepcional, sobre todo por la forma que tiene de aportar varias capas de contenido en el espectáculo, pero también lo es la forma de llevarlo a escena. En este sentido, se puede decir que técnicamente Cheek by Jowl está a un nivel altísimo, al igual que los seis actores franceses que durante dos horas se desdoblan en burgueses elegantes y monarcas salvajes.
Ubu Roi es, sin duda, el gran espectáculo de este Grec 2014. Su fuerza brutal, junto con la dirección prodigiosa de Donnellan y también de Nick Ormerod (escenógrafo y director artístico de la compañía), hace que los espectadores se marchen a casa con la sensación de haber asistido a una función excepcional y, por qué no, combativa. Como ejemplo os dejo una frase del texto original (1896) que dicha hoy, y en un país como el nuestro, nos pone los pelos de punta: «De momento, me enriquezco … luego ya haré las leyes.»