Cor de Teatre es una formación que lleva casi veinte años trabajando con diferentes formas de canto coral. El año 2010 participó en el espectáculo Operetta, de Jordi Purtí, y a partir de aquí todo cambió. Después llegó Allegro, con Paco Mir, y está claro que esta mezcla entre canto y teatro se había convertido en el sello de la compañía. Ahora llega Troia, que continúa con la misma línea, a pesar de que introduce una estructura argumental más clara, unos conceptos teatrales sólidos y un trabajo escenográfico que realza el conjunto. No se renuncia al humor, pero se exploran nuevos géneros, y la profesionalidad de los integrantes hace que se lleguen a lograr momentos que antes no hubiéramos podido ni imaginar. Quizás sí que, a ratos, hay un tono didáctico que infantiliza un poco el producto, pero lo que está claro es que cuesta no rendirse a escenas como la de presentación de los Dioses, la de la batalla entre griegos y troyanos, o bien cualquiera que ejemplifique las aventuras de Ulises. Para redondearlo todo, música a cappella de Bach, Dvorak, Haendel, Verdi o Mozart. Y es que resulta realmente meritorio ver como los miembros del Cor se atreven a interpretar, bailar y correr por el escenario al ritmo de óperas como Don Gionvanni, La flauta mágica, La Valquíria, King Arthur, Rinaldo, Carmen o Peer Gynt.
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