Emotiva sencillez

Tick, tick… BOOM!

Tick, tick… BOOM!
24/12/2017

Si lo comparamos con décadas anteriores, resulta evidente que el musical de pequeño formato está viviendo un gran momento en nuestra cartelera. El éxito de musicales más grandes y la popularidad del género ha generado una industria creciente de espectadores pero también de artistas mejor preparados en las escuelas especializadas. Tick Tick Boom es una de estas modestas joyas que nos ofrecen, últimamente, las salas alternativas que enriquecen con alta calidad y medios modestos el tejido cultural de la ciudad. Se trata de un musical autobiográfico de Jonathan Larson, creador de Rent, que habla de la dura vida del artista, la crisis de los treinta, el amor, la amistad y la ambición individual. Protagonizado por un brillante Xavi Duch y el siempre carismático Marc Pociello, el montaje mezcla situaciones cotidianas con canciones que apelan más a los sentimientos y las frustraciones personales. Según avanza la historia, va ganando interés y emotividad hasta llegar a un clímax final tierno y conmovedor. La puesta en escena es ágil y sencilla, con algunos curiosos detalles vintage que aportan el toque adecuado a la austera ambientación. Quizás, en cierto modo, la pieza tiene un cierto aire de obra primeriza pero, al mismo tiempo, una gran personalidad que compensa la mayor parte de sus carencias.

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