De todas las versiones de obras de Shakespeare y compilaciones de sus textos, el formato musical es, normalmente, el menos habitual. Sin embargo, ya hemos visto esta temporada el Molt soroll per no res de Àngel Llàcer y Manu Guix donde mezclaban canciones de Cole Porter con la comedia del célebre dramaturgo inglés. Un poco en esta línea, Shaking Shakespeare presenta una antología de piezas de ópera y espectáculos de Broadway que nacieron inspiradas por obras como Romeo y Julieta, Macbeth, Otello, Hamlet o El sueño de una noche de verano, entre otras. El resultado es un entretenido show de variedades donde destaca, principalmente, la técnica vocal de los intérpretes, especialmente, la del tenor Josep Fadó que puede llegar a poner los pelos de punta. Toda esta amalgama de temas musicales tiene el problema de no encontrar ningún hilo conductor narrativamente consistente. Así pues, el montaje utiliza la figura de William Shakespeare, interpretado por el carismático Bernat Cot, como excusa cuando, en realidad, acaba para hacer funciones de presentador. Por otro lado, los juegos teatrales que proponen son simpáticos a pesar de que, en algunos casos, a los cantantes les falta una adecuada expresividad corporal para según qué escenas y, por lo tanto, la ejecución de ciertas ideas resultar pobre. Afortunadamente, la duración de la propuesta es modesta y, por su dinamismo y atractivo visual, divierte y se pasa muy rápido. Quizás si hubieran intentado darle más profundidad, no funcionaría, puesto que su mejor cualidad es su espíritu lúdico y desenfadado.
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