El hombre del tiempo que hace el ridículo en un programa de Navidad, la vecina cotilla que baja en el momento más inoportuno, los gritos por un barrio digno, el AVE por el litoral, los jabalíes que se acercan a la ciudad para comer los contenedores … Ir al teatro y encontrar referentes tanto cercanos es absolutamente confortable. Pero Cristina Genebat no ha escrito sólo una historia que nos es totalmente cercana, sino también una comedia que nos hace reír y además, nos acaba emocionante. Una obra fresca y ligera, pero que también nos habla de temas espinosos como los partos naturales no respetados, el mal trato del personal médico a la mujer en el momento del parto («eres mala paridera, te habremos de hacer una cesárea», le dicen a María) y que incluso hace una interesante reflexión sobre las religiones.
Y todo ello en una perfecta versión contemporánea de Els Pastorets (María ahora inseminada, el buey y el burro convertidos en jabalíes, el demonio-traficante …), donde todo liga y está bien tramado, con buen ritmo y buenas interpretaciones: un crápula de excepción (Marc Rodríguez), un ángel y un astrónomo extremadamente entrañables (Norbert Martínez y Ivan Benet), grandes actores que se desdoblan en personajes completamente opuestos en segundos (Mireia Aixalà, Ernest Villegas, Albert Ribalta) y una paridera muy creíble que nos ofrece, además, una viejecita fantástica (Cristina Genebat).
Un alegato a la familia, en la que elegimos, a los amigos que siempre están. La obra perfecta para desconectar de comidas eternos durante estas fiestas y reír durante una hora y media. Para repetir!