Los mejores dentro de su género

Peeping Tom: Moeder

Peeping Tom: Moeder
11/02/2017

El grupo belga Peeping Tom, uno de los adalides dentro de la danza-teatro que se hace en todo el mundo, siempre ha tenido predilección por los espacios hiperrealistas y los decorados con todo lujo de detalle. El espacio siempre es un punto de partida para sus creadores, la pareja formada por Franck Chartier y Gabriela Carrizo, y en esta ocasión nos trasladan a una casa que también será tanatorio, museo, hospital e incluso estudio de grabación. Un espacio que empieza con una muerte y que de seguida nos lleva a un rincón para la memoria familiar, donde reviviremos nacimientos, pérdidas, tensiones y amores. No estamos ante una historia lineal ni realista, pero vivimos en todo momento el estado de ánimo de una serie de personajes que, sin saber prácticamente quién son ni qué relaciones tienen entre ellos, acaban resultando muy cercanos. No importa tanto el significado de los diferentes símbolos, sino lo que cada espectador saca de ellos… Y esto, como os podéis imaginar, es inabarcable.

Si algo hace única a esta compañía es el alto nivel de calidad que hay en todo lo que muestran al público. Adivinamos que detrás hay un concepto, muchas ideas y un gran trabajo de investigación, pero delante tenemos un trabajo metódico y ejemplar de escenografía, iluminación y sonido, puesto que en este último trabajo utilizan la creación de efectos sonoros en directo. Mención aparte merecen los intérpretes, que más que bailar se descoyuntan en escena y se convulsionan de una manera que hace poner los pelos de punta. Movimientos imposibles, espasmódicos y muy expresivos que describen el dolor o la crispación como pocas veces lo he visto en escena. Un trabajo excelente, en todos los sentidos, que hay que ir siguiendo con lupa. De momento, la legión de fans en Barcelona no para de aumentar…

← Volver a Peeping Tom: Moeder

¡Enlace copiado!