Una relación de pareja no se parece nunca a otra. Cada una tiene su peculiaridad y, aunque sea difícil de entender a veces, todas tienen su manual de instrucciones.
Adam y Eva organizan una cena para inaugurar su piso nuevo, con última tecnología, con sus amigos. El primero en llegar es David, el único amigo soltero, con quien empiezan a ponerse al día mientras llegan el resto. Lo que parece una conversación informal y banal, acaba derivando en una batalla de reproches cuando David explica que está enamorado y tiene pareja.
Divertida, desenfadada, ingeniosa y muy actual esta obra es una comedia romántica que bebe de todas las escritas por Nora Eprhon y que hace disfrutar a la espectadora provocando sonrisas y carcajadas a cada diálogo. El texto de Sílvia Navarro es muy fresco y fácil de adaptar a cualquier capítulo personal de la espectadora, y su rapidez lo convierte en una conversación típica entre amigos.
La química interpretativa entre Marçal Bayona (David), Adrià Díaz (Adam) y Júlia Santacana (Eva) es una de las claves principales de esta producción. Como si fuesen estos amigos que se reencuentran, muestran confianza, pero al mismo tiempo recelo por aquellas cosas que no se han dicho nunca. Los tres desprenden una energía y fuerza que contagia al público, sus interpretaciones consiguen arrancar risas cada dos por tres haciendo pasar al público un rato muy agradable.
Una puesta en escena sencilla y muy eficaz, crea un marco ideal para este montaje ágil y rápido, con momentos musicales inolvidables que provocan que la espectadora los acompañe de manera disimulada, pero que sea imposible evitar tararearlos.
La sonrisa se instala en la cara de todo el público en la primera aparición de la obra y así continua hasta el final, creando un momento distendido y muy agradable que se queda con la espectadora cuando se cierran las luces.