Masticar Hielo es una libre, descarada, bruta, ordinaria, ácida, macabra y divertida adaptación de la obra ¿Quién Tiene Miedo de Virginia Woolf? de Edward Albee. La compañía El Eje, residentes en el Tantarantana, bajo la dirección de Marc Ribera se toma la libertad de hacer con esta obra lo que le da la gana, literalmente.
Siempre es interesante ver propuestas tan crudas donde se provoque al espectador. Pero la falta de límites y el descontrol que esta obra propone funciona como un arma de doble filo. Por un lado, consiguen lo que parece ser el objetivo de esta adaptación, generar carcajadas y una cierta incomodidad en el espectador. Pero por otro lado, alcanzan unos niveles de estridencia que más de una vez llegan a sobrepasar los límites de lo soportable.
Desde el primer minuto la energía es tan alta que, a pesar de conseguir un fuerte golpe de entrada, juega a su contra a la hora de construir una progresión. Resulta difícil mantener el ritmo cuando el punto de partida es tan alto. No se trata de una obra de gamas, si no más bien de extremos, aquí no hay lugar para grises.
Algo similar sucede al tratar la parte más trágica de la historia. Después del cómico delirio de la primera parte, resulta complicado conectar con el drama más íntimo. Aunque la potente imagen final es sin duda una tremenda y emocionante despedida que funciona a la perfección.
En definitiva, una propuesta recomendable para amantes de lo gamberro y lo descarado, pero no apta para personas con tímpanos sensibles.