Tuve la suerte de ver Mar i cel en su primera temporada, hace 26 años, y desde entonces no había vuelto a ver una representación entera del musical. Es cierto que la primera vez que ves este montaje impacta más que en posteriores ocasiones, y también es cierto que encontrar un reparto como el original (Carlos Gramaje, Àngels Gonyalons, Pep Cruz, Joan Crosas, Isabel Soriano, Oscar Mas, Carmen Cuesta , Muntsa Rius, Roser Batalla …) es bastante difícil, por no decir casi imposible. Pero dejando de lado las nostalgias, hay que decir que estamos ante el primer gran musical que se hizo en nuestro país, un musical que se ha ido puliendo y mejorando técnicamente con los diferentes reestrenos y que ahora se presenta con un sistema de proyección que permite darle profundidad, dramatismo y nuevas emociones.
Aparte de dicho aspecto técnico, de esta nueva versión también destaca el intento de dar más naturalidad a las voces cantadas. Las conocidas canciones del musical ya no suenan tan impostadas como a finales de los ochenta, lo que es de agradecer. Quizás no funciona igual de bien en todos los actores, pero seguramente ayudará a que llegue a espectadores más jóvenes. Dicho esto, sería injusto no mencionar a Ana San Martín en el papel de Blanca, Julia Jové en el de Idriss o Mireia Dolç en el de Madre de Said. Tres grandes voces que seguro seguiremos escuchando en los teatros barceloneses, ya sea en este u otros musicales.