Planteada como un juego de teatro dentro del teatro, Mambo es una pieza muy divertida sobre una pareja en crisis que discute sobre sus miserias. Curiosamente, a veces, el conflicto trasciende y son los actores quienes hablan al público, explicando los problemas que, como artistas, tienen con su compañero de escena. Así, este truco de espejos entre realidad y ficción suma algunas capas semánticas (y cierta confusión también) a la radiografía emocional que se hace del mundo de los matrimonios desgastados. Un universo experimental para la compañía Les Antonietes que, hasta ahora, nos había acostumbrado a la adaptación de clásicos. La propuesta tiene la gran suerte de contar a un par de intérpretes (Annabel Castan y Dani Arrebola) entregados al máximo, muy divertidos y con una química espléndida que dan sentido a todo el conjunto. Sin embargo, la dramaturgia resulta, en algunos momentos, caótica y dispersa, y deja pasar la oportunidad de disparar a un objetivo concreto, en vez de generalizar con metáforas, más o menos acertadas, sobre el fin de compenetració amorosa o artística. Algunas ideas son originales pero también gratuitas, otras algo más acertadas. Faltaría, por lo tanto, una mejor cohesión narrativa para, además de entretener todo lo bien que lo hace, ganar profundidad, discurso y reflexión, y no quedarse en el nivel más efectista.
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