M.A.R.I.L.U.L.A. nos muestra la vida de una mujer que, a pesar de tener una serie de mínimos establecidos, sabe que su vida ha tocado techo. El presente no le estimula y el futuro se presenta invariable, lo que le impulsa a reflexionar sobre la existencia y a tomar drásticas decisiones. Esta obra, escrita por la autora griega Lena Kitsopoulou, no deja de tener paralelismos con la Grecia actual, devastada por la crisis y con un futuro igual de incierto … Y creo que es precisamente en esta doble lectura donde radica el valor de la pieza. Es cierto que el texto ha sido adaptado a la situación de Cataluña, pero también aquí sufrimos un momento singular, de incertidumbre absoluta, que encaja con la propuesta original sin desvirtuarla.
Comentario aparte merece Mònica Glaenzel, que se carga el monólogo a la espalda y nos regala un personaje bastante diferente a los que nos tiene acostumbrados. Con ternura, pero también con aquella fuerza que aparece en los momentos más delicados, la actriz afronta un personaje lleno de matices que cae bien al público desde su aparición en escena.