Problemas de credibilidad

L'onzena plaga

L’onzena plaga
11/06/2015

No se puede negar que la trilogía Tot pels diners ha sido una de las experiencias más comentadas e interesantes de la temporada teatral en Barcelona. Aplaudí la osada Mammón y me emocionaron algunas partes de Cleòpatra, a pesar de ser obras que sólo tenían en común un personaje y un tema… que los autores utilizaron casi como mcguffin. Con L’onzena plaga, sin embargo, no encuentro ni el pretexto, ni me creo las situaciones o los personajes. ¿Cómo se puede hablar de okupas y desahucios con un pastel de Escrivà encima de la mesa? Además, ¿qué ha ocurrido con Dylan Bravo y su gran carisma? ¿Dónde está?

Es cierto que tenemos un montón de personajes que hablan continuamente de dinero, que tienen problemas de dinero… Es cierto que hay una transacción económica discutible al final de la obra, pero no sé si basta con esto para incluir la pieza dentro de la idea original de la trilogía. Me pasó algo similar con Cleòpatra, pero es que aquí me pierdo entre situaciones inverosímiles y giros argumentales muy previsibles. Aún así, se tiene que admitir que el espectáculo está bien interpretado, como ya ha pasado en todas las otras funciones del ciclo. Destacan sobre todo las actrices, con una Mima Riera que evoluciona muy bien a lo largo de la obra, y con unas Laura Aubert y Paula Blanco que hacen dos caricaturas muy bien traídas de la argentina «artista» y de la desratizadora implacable. En definitiva, un espectáculo que para mi gusto no redondea la trilogía pero que aporta su granito de arena a una iniciativa que se tendría que repetir en futuras temporadas…

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