La tercera oleada fue un experimento real que llevó a cabo el profesor de historia Ron Jones en un instituto de secundaria de California en 1967. El objetivo era demostrar que las sociedades libres y abiertas también son susceptibles de caer en la tentación de movimientos autoritarios y dictatoriales. A diferencia de las adaptaciones literarias y cinematográficas que se han hecho anteriormente, Ignacio García May y Marc Montserrat Drukker, autor y director del espectáculo respectivamente, han decidido mostrar los hechos de la manera más fiel posible, sin necesidad de lograr ningún clímax trágico ni derivar la trama hacia el thriller, conscientes de que la realidad en sí ya es basta terrorífica. Apoyados sobre un magnífico plantel de jóvenes actores y actrices, la obra está excelentemente dirigida, tiene un buen ritmo y una gran precisión coreográfica y narrativa. Además, los personajes están perfectamente definidos en cuanto a sus roles dentro de la clase con la ayuda de un vestuario que recrea perfectamente la época. No obstante, la interpretación de Eduard Farelo, firme y muy técnica, es, por instantes, un poco excesiva, en contraste con el desparpajo y espontaneidad de los alumnos y, por lo tanto, la relación con ellos no siempre es creíble. En cualquier caso, la propuesta es dinámica, emocionante y contiene muchos elementos que dan pie a una reflexión posterior. Por este motivo, sería interesante que todos los institutos llevaran sus estudiantes a ver La onada, puesto que, probablemente, los hará pensar mucho más que algunos de los clásicos a los que a menudo los llevan.
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